Christian Boltanski, uno de los principales artistas franceses contemporáneos, murió a los 76 años.
La triste noticia la dio a conocer Bernard Blistène, director del Museo de Arte Moderno del Centro Pompidou de París.
Autodidacto, el artista plástico y fotógrafo, marcado en su infancia por el Holocausto, trabajó toda su vida sobre la ausencia, la desaparición y la preocupación universal frente a la muerte.
Durante mucho tiempo fue pareja de Annette Messager, otra artista plástica de renombre.
Boltanski se consideraba un artesano de la memoria que luchó contra el olvido y la desaparición a través de obras que mezclaban objetos variados, videos, fotografías e instalaciones.
Hijo de un médico judío converso de origen ucraniano y de una francesa católica oriunda de Córcega, Christian-Liberté Boltanski nació el 6 de septiembre de 1944.
Durante la ocupación nazi, su madre enferma de polio ocultó a su padre. Simularon un divorcio y una supuesta partida del padre de París.
Entre sus grandes proyectos destacan una que contaba con grandes trompetas instaladas en la Patagonia para hablar con las ballenas o los 75.000 latidos del corazón grabados y almacenados en una isla del Japón.
El año pasado, el Centro Pompidou le consagró una exposición concebida como una gigantesca obra única.