En un asombroso giro de acontecimientos, una mujer inglesa adquirió una escultura en una venta de automóviles por la módica suma de $108 dólares, que resultó ser una obra de la renombrada artista británica Elisabeth Frink, valorada en la impresionante cifra de $72,000.
El sorprendente hallazgo tuvo lugar en una venta de objetos variados en el tranquilo campo de Essex, donde los vendedores ofrecen sus mercancías desde el maletero de sus vehículos. Amanda Kirke, la afortunada compradora, describió su adquisición como un "trozo de metal", pero su valor real quedó al descubierto cuando el nombre de Elisabeth Frink se reveló después de que Kirke limpiara la escultura.
La investigación sobre la autenticidad y el valor de la escultura se convirtió en una odisea apasionante. Kirke, al percatarse de la posibilidad de poseer una obra de Frink, realizó una búsqueda en línea y descubrió una edición llamada "Small Warrior", que constaba de 10 figuras de apariencia similar, todas creadas por la artista en 1956. En un intento por verificar la autenticidad de su hallazgo, se puso en contacto con una galería que había vendido obras de Elisabeth Frink en el pasado.
Sin embargo, la galería señaló que no podía verificar la procedencia de la escultura sin conocer su historial. Es en este punto donde entra en juego el programa de la BBC "Fake or Fortune", que se propuso ayudar a Kirke a encontrar la evidencia necesaria.
El proceso de autenticación resultó ser uno de los más desafiantes para el equipo de "Fake or Fortune". Además de la misteriosa aparición de la escultura en una venta de automóviles, la falta de documentación sobre su procedencia complicó aún más la tarea. El equipo se dedicó a analizar el metal de la escultura para compararlo con el bronce utilizado en otras obras de la serie "Small Warrior" de Frink, las cuales tuvieron que rastrear cuidadosamente.
La fundición de esculturas Pangolin Editions desempeñó un papel crucial en la determinación de la autenticidad de la obra al confirmar que no se trataba de una refundición y que provenía del original. Además, se encontraron restos de arcilla en la base de la escultura, evidencia de su proceso de fundición.
El presentador del programa, el comerciante de arte Philip Mould, expresó su asombro al descubrir cuánta personalidad puede tener una pieza de bronce y destacó que pudieron "identificar la huella dactilar de la pieza de bronce".
Este emocionante hallazgo demuestra una vez más que el mundo del arte puede ofrecer sorpresas inesperadas en los lugares más inverosímiles, y que el valor de una obra de arte a menudo está oculto a simple vista, esperando ser descubierto por ojos atentos como los de Amanda Kirke y el equipo de "Fake or Fortune".