Después de llevar a cabo otras grandes activaciones en todo el mundo, como la colocación de un robot de Yayoi Kusama en la tienda de la Quinta Avenida de Nueva York, Louis Vuitton intervino de forma masiva la tienda insignia Maison Champs-Élysées en París.
Las remodelaciones de estas tiendas consisten desde adiciones sutiles a escaparates e interiores hasta surrealistas intervenciones, como la que se ha llevado a cabo en este último lugar.
Sobre todo el edificio Art Déco construido por Georges Vuitton en 1912 fueron colocados lunares gigantes de colores de Kusama que parecen bailar a través de las terrazas escalonadas.
Hasta arriba del edificio, quienes paseen por Champs-Élysées, pueden observar una escultura gigantesca de la artista japonesa mientras que, a nivel del suelo, estos disfrutarán de los globos metálicos flotantes que se ciernen sobre el vestíbulo de entrada.
Resulta bastante curiosa la pose de la monumental Yayoi Kusama, pues, si se le observa con detenimiento y mucha paciencia, esta parece estar pintando docenas de puntos del arcoíris que también cubre la fachada.
Cabe subrayar que esta no es la única tienda que ha recibido un gran un cambio de imagen por la colaboración de Kusama con Louis Vuitton. En Tokio, la tienda rehizo sus escaparates al estilo del arte de las calabazas de Kusama, con un patrón de lunares negros sobre un fondo amarillo cálido que cubre las paredes y los suelos.
La colaboración de este año con Yayoi Kusama marca la segunda vez que la casa de moda trabaja con la artista de 93 años, luego de su primera intervención conjunta en 2012.
Por lo tanto, podemos decir que, desde París hasta Tokio, estos lugares han agregado de forma sumamente creativa lunares y pinturas inspiradas en la carrera creativa de Kusama a sus escaparates y al exterior de sus tiendas, lo que nos fascina y nos deja más que extasiados.