Rogier van der Weyden (1399/1400-1464) fue un pintor primitivo flamenco nacido en Bruselas.
Formado en el taller de Robert Campin, en 1435 fue nombrado pintor de oficial su ciudad.
Pese a que gozó de considerable prestigio en vida y fue uno de los pintores más influyentes de su tiempo, no se conocen pinturas firmadas ni existen documentos que confirmen la autenticidad de sus obras.
Las atribuciones a las obras de Van der Weyden se han hecho tomando como punto de partida tres tablas: Tríptico de Miraflores, Descendimiento del Museo Del Prado y Calvario del Monasterio de El Escorial.
El número de obras atribuidas a Rogier van der Weyden es reducido en comparación con el número de años de actividad del artista, pero las que están autentificadas son verdaderas obras del arte flamenco.
Van der Weyden rompe en su pintura con los límites entre lo real y lo esculpido al situar a sus figuras en espacios con frecuencia inverosímiles o irreales, con escalas contrarías a la lógica, pero intensamente emotivas.
Su estilo escultórico logra personajes con un extraordinario volumen y modelado en los cuerpos.