"Estoy interesado en tomar entidades orgánicas, introducirlas en un sistema industrial, y ver qué resulta de esa alimentación forzada," contesó Roxy Paine cuando se le preguntaó por la misión que existe dentro de sus obras.
Nacido en Nueva York en 1966, Roxy, graduado del College of Santa Fe en New Mexico y Pratt Institute de Brooklyn, es un artista estadounidense que comenzó a foguearse en 2002 dentro del gremio artístico cuando presentó sus estructuras en forma de árbol a las que llamó Dendroids, unos sistemas innovadores, neuronales y sinápticos que llegaron a exhibirse en el Museo Metropolitano de Arte de la ciudad que lo vió nacer.
Tras estas primeras muestras de éxito, Paine volcó su carrera a la investigación en serie sobre sistemas orgánicos y mecánicos que manipulan las expectativas. Al poco tiempo tiempo y como resultado de esta dedicación al estudio, sus instalaciones se volvieron pinturas, instalaciones y esculturas producidas en forma de robots y hongos polimétricos, árboles de acero inoxidable y perturbadores dioramas hechos a mano.
Estas máquinas abstractas que cautivan a quien se tope con ellas, de nombres como Paint Dipper y Erosion Machine, presentan dos impulsos en conflicto: la de las limitaciones impuestas por los sistemas contra la aleatoriedad de la naturaleza y el azar.
Roxy Paine, Paint Dipper, 1996. Fuente: Art Ruby.
Control y traducción, los elementos de Roxy Paine
Los mensajes de las "fábricas" de Paine, como él se ha referido a ellas, que chocan con la naturaleza y la eventualidad, presentan ideas de control y traducción, y aunque se asemejan a modelos utilitarios de producción, sus resultados finales se convierten en creaciones cuestionables llenas de ineficiencias y mensajes no claros que retan los conceptos y obviedades humanas que nos han instalado desde una edad muy temprano.
Al referirse a la idea de control, Roxy presenta el confrontamiento del orden contra el caos, y así, tanto los sistemas naturales de sus esculturas, como los creados por él, se alocan y crean una sensación de que este término solo es una palabra, y por lo tanto, no existe como tal.
El control, efectivamente la apariencia o la ilusión de control, es un concepto construido por humanos, y sin embargo, nos sorprende cuando nos encontramos con un sistema sobre el que no tenemos control, como un terremoto, una inundación o un huracán.
Por otra parte, la otra idea crítica de Paine es la traducción, una que se presenta entre dos idiomas aparentemente incompatibles de su obra, como lo podrían ser tuberías y escalas de tiempo, o el poder del gobierno con la fuerza del viento.
Sus esculturas trabajadas en choque, a través de una gran cantidad de filtros y procesos, buscan la reconstrucción de las cosas, y es entonces que la idea de traducción se presenta y se defiende, permeando en el trabajo de este artista que pertenece a la corriente del excesivismo.
Mirando hacia atrás sobre la considerable experiencia de trabajo que presume Roxy, él mismo menciona que la idea dominante de su trabajo es la segunda, la traducción, una que colisiona con las ilusiones de mundos conocidos, con las plantas, con la geología, y con los sistemas de control, resultando en un choque que da un nuevo significado a la transformación como la creemos conocer.