En esencia, la evolución de Guns N 'Roses es una culminación de las ambiciones de cinco chicos que dejaron atrás sus vidas pasadas y viejos nombres para reinventarse como realeza del rock.
Liderados por Axl Rose, quien ha sido el presidiario de una serie de cambios en la alineación durante los últimos 35 años, podría decirse que el caso de Guns N 'Roses es el de la gran banda que nunca quisó el mundo porque, aunque por un momento lo dominó, los fans no pueden negar que lo dejaron ir, y no con la mejor gracia.
La historia comienza cuando dos jóvenes, Steven Adler, nacido Michael Coletti, y Saul Hudson, quien pronto sería conocido como Slash, se mudaron a la escena musical y colorida de Los Ángeles, coincidieron en la Bancroft Junior High, formaron una banda, y trabajaron en bares locales, donde se codearon con personalidades como David Bowie, que en un momento dado fue el novio de la madre de Slash, así como Ron Wood, de los Rolling Stones, con quienes comenzaron a beber con regularidad.
Como si se tratara de un universo paralelo, a inicios de 1980 en Jefferson High School, de Lafayette, Indiana, se estaban conociendo Jeffrey Isbell, quien más adelante usaría el nombre de Izzy Stradlin, y William Bruce Bailey, es decir, Axl Rose, quienes acordaron que empezarían a escribir material original junto al guitarrista Chris Weber con la intención de formar un grupo sólido.
Fuente: Esquire
Estos esfuerzos condujeron a lo que se convirtió en Reckless y otras primeras canciones del catálogo de Guns N 'Roses. Primero conocidos como A.X.L., Rose y luego Hollywood Rose, el grupo comenzó a llamar la atención aunque, de acuerdo a los críticos, más por la intensidad de su vocalista que por la calidad de su sonido.
"Axl estaba tan lleno de energía reprimida que temblaba, literalmente temblaba, cuando llegaba al escenario", recuerda Weber. "Verlo era simplemente vibrando, de hecho, también un poco aterrador. No es normal ver a alguien evocando todo ese poder, energía y emoción".
En algún momento, ya un tanto familiarizados con los demás debido a noches de fiesta, Slash y Steven Adler se unieron brevemente a la formación de Hollywood Rose en 1984, no obstante, al poco tiempo la banda se separó y Stradlin se unió al resurgimiento del grupo de heavy metal en Londres, mientras que Rose creó con el grupo L.A. Guns con el guitarrista Tracii Guns y Slash y Adler continuaron buscando una alineación permanente.
Ese mismo año, conocieron a Michael "Duff" McKagan, quienes amablenente negó la invitación de su propuesta porque quería probar suerte con una tal L.A. Guns. Dada la amistad, la confianza, y otras noches más de fiesta, el acuerdo de juntar todos estos talentos individuales finalmente se manifestó, y para principios de junio de 1985, Rose, Slash, Stradlin, McKagan y Adler entraron en un estudio para ensayar juntos por primera vez.
Desde el momento en que los cinco se juntaron para una primera canción, "todos pudimos escuchar y sentir que encajaba bien", recuerda McKagan. "La química fue inmediata, atronadora y conmovedora. Fue increíble y todos lo reconocimos al instante".
Unos días más tarde, el quinteto se embarcó en lo que se conoció como el Hell Tour, un viaje que los obligó a hacer paradas cada mil millas por miedo a que su automóvil se averiara en las afueras de las carreteras. Sorprendentemente, por más intensos que eran los nuevos compañeros, la terrible experiencia los acercó más y ayudó a sellar su pacto como un grupo que pronto regresaría para apoderarse del circuito de Los Ángeles.
Para 1987, Appetite for Destruction, su álbum debut, fue un lanzamiento increíble. Con canciones como Sweet Child o ’Mine, Welcome to the Jungle y Paradise City, el sonido era una explosión de fuerza y brutalidad que podría decirse que terminó con la brillantina de la música disco y el glam rock que eran los géneros reinantes. Con Appetite for Destruction, Guns N’Roses demostró que aún se puede tener el pelo largo con una buena dosis de actitud.
Cuando este primer disco se afianzó, por si fuera poco, se convirtió en uno de los lanzamientos más vendidos de todos los tiempos en cualquier género, ya que se han vendido más de 30 millones de copias, y gracias a una edición remasterizada en 2018, ese número sigue en crecimiento.
Contar el resto de la historia está de más, no porque no sea importante, sino porque no se puede escribir sobre Guns N 'Roses como de la mayoría de las bandas, ya que es más como escribir sobre Michael Jordan, por lo que se vuelve imposible separar al hombre, o en este caso, a la banda, de su título de leyenda.
No se puede simplemente discutir los logros de Jordan en el deporte con la estadística, también hay que tener en cuenta su reputación como el deportista más apasionante en la historia del deporte, el hecho de que fue el primer atleta en convertirse en sinónimo de una sola marca, y la forma en que su nombre fue una vez sinónimo de ser el mejor en algo.
Pasa lo mismo con Guns, ya que una mitología tan persistente y abrumadora se ha formado alrededor de este grupo, y por ello se hace difícil analizar su catálogo musical sin notar primero que durante su apogeo, aproximadamente de 1986 a 1992, fueron la banda más temible y foraz del planeta, llevando, además, el libertinaje de las estrellas de rock a nuevas alturas.