Sixto Rodríguez, quien hoy murió a los 81 años, fue una de las historias más fascinantes de la música.
Alguna vez fue descrito por un artículo de Associated Press de 2013 como “el mayor cantante y compositor de protesta del que la mayoría de la gente nunca ha oído hablar.”
Nació en Detroit como el hijo de inmigrantes mexicanos, y desde muy joven empezó a practicar y componer, aunque nunca encontrando el éxito que tanto anhelaba, o al menos eso creía él.
Como un cantautor que componía canciones de protesta que reflejaban las disparidades en nuestra sociedad, sus álbumes fracasaron en los Estados Unidos en la década de 1970, pero, sin que él lo supiera, más tarde se convirtió en una estrella en Sudáfrica, donde sus canciones en protesta por la guerra de Vietnam, la desigualdad racial, el abuso de las mujeres y las costumbres sociales inspiraron a miles.
Su música fue encontrando en Sudáfrica y Australia, donde el público de esos países abrazó un álbum ignorado en gran medida en los Estados Unidos.
El legado de Rodríguez no despegó hasta que el cantante y compositor se convirtiera en el tema del documental ganador del Oscar, Searching for Sugar Man.
Así, donde antes se oían historias de que el músico había muerto de forma dramática, la realidad es que Sixto vivía en Detroit, nunca consciente del éxito que sus canciones estaban cosechando, pero en la antesala de un reconocimiento global que explotó tras el documental, considerado uno de los mejores trabajos documentalistas de los últimos años.
Rodríguez dijo que “volvió al trabajo” después de que su carrera musical se desvaneciera, criando una familia que incluye tres hijas y lanzando varias campañas sin éxito para cargos públicos. Se ganaba la vida realizando trabajos manuales en Detroit. Aun así, nunca dejó de tocar su música.
Eera "más popular que Elvis" en Sudáfrica, cuenta Stephen "Sugar" Segerman en la película que cuenta la misión de dos sudafricanos para averiguar el destino de su héroe musical.
En 1996, Segerman y el periodista Carl Bartholomew-Strydom se propusieron descubrir la verdad. Sus esfuerzos los llevaron a Detroit, donde encontraron a Rodríguez trabajando en obras de construcción.
"Mi historia es una de las más grande del rock'n'roll ahora. ¿Quién lo hubiera pensado?" Rodríguez le dijo a The Associated Press hace una década.
Así fue el origen del documental que ganó el Premio de la Academia al Mejor Documental en 2013.
Sixto estuvo casado con Konny Rodríguez, que conoció en 1972 cuando ambos eran estudiantes en la Universidad Estatal de Wayne en Detroit.
Aunque todavía estaban casados en el momento de su muerte, la pareja había estado separada durante varios años, dijo el miércoles, hora local, mientras revisaba algunos de sus recuerdos.
"Le encantaba la universidad. Nació para que le enseñaran, para enseñarse a sí mismo", dijo. "La música era más para unir a la gente. Tocaba en cualquier lugar, en cualquier momento. Ahí fue donde lo noté con una guitarra y un bolso negro. Era un tipo realmente excéntrico".
Su muerte fue anunciada en el sitio web Sugarman.org y confirmada por su nieta, Amanda Kennedy.
“Sentía que estaba preparado para el mundo, pero el mundo no estaba preparado para mí”, afirmó Sixto Rodríguez alguna vez. “Siento que todos tenemos una misión, obligaciones. Esos giros en el viaje, diferentes vueltas - la vida no es lineal”.
La enigmática historia de vida de Rodríguez y su música conmovedora capturaron los corazones de los fanáticos de todo el mundo, convirtiendo su reciente muerte el martes 8 de agosto en un momento de tristeza alrededor del mundo.
Así recordamos al enigma que se volvió en leyenda.