Originario de la Ciudad de México, Ricardo Pinto Gollas (1973) es un artista plástico formado en Guadalajara que desarrolla su potencial creativo en Oaxaca –donde reside desde 2004–, a la par que explora su pasión por la arquitectura.
Las obras de Pinto sobresalen por ser la complejidad de su técnica, la apariencia áspera que reluce en los lienzos y las de texturas de los cuadros; así como, por el sutil uso del color y la delicadeza de los materiales que utiliza.
“Una vez en Oaxaca, Ricardo forjó una carrera sólida como artista visual con una narrativa propia, distinta de lo que entonces imperaba en la ciudad. La marca de Pinto, su estética, siempre estuvo más referenciada en el arte abstracto contemporáneo internacional, que en las estéticas regionales”, relata Santiago Toca Uriarte en la revista AD Magazine.
Pinto ha participado en 25 muestras individuales y en más de 60 exposiciones colectivas en México, Canadá, Colombia, Estados Unidos, Marruecos, Egipto, Argelia, Sudáfrica, Brasil, entre otras.
De acuerdo a la Galería Drexel: “La presencia de Ricardo Pinto como representante de la pintura abstracta oaxaqueña fortalece la relación y el intercambio de la producción plástica entre dos Estados: Oaxaca y Zacatecas, que hoy por hoy, se distinguen en el ámbito nacional”.
Alumno de Gilberto Aceves Navarro y José Galindo, parte central de su lenguaje es el sistema de notación y representación de la arquitectura.
“En Guadalajara la competencia me obligaba a no profundizar, pero en Oaxaca me he dado tiempo de ahondar, de ver hacia adentro. Me pude liberar pude concentrarme en mi obra
Profundicé mucho en la forma en que en la que quería expresar la poética de mi pintura y empecé a agotar los recursos de la poesía de Juan Gelman, de Octavio Paz, de Huidrobo y de Girondo. Ahora utilizo las palabras, dos conceptos como si fueran colores. Ya no me enfoco en un tema en específico, sino en la pieza per se”, consta en la biografía del autor que aloja la Enciclopedia histórica y biográfica de la Universidad de Guadalajara.