En Santander, España, a los 86 años murió Mario Camus, director de cine que obtuvo dos premio Goya.
Nacido al principio de la Guerra Civil, se marchó joven a Madrid para estudiar derecho. Allí conoció a Basilio Martín Patino, con quien siempre compartió una inquietud literaria y con quien, además de Carlos Saura, José Luis Borau o Manuel Summers dio forma al llamado Nuevo Cine Español.
En 1956 ingresó a la Escuela Oficial de Cine. Allí firmó varios guiones y se graduó con un corto de 20 minutos, El borracho de 1962 en el que las luces del neorrealismo se encontraban con una España lastimada.
Debutó en el largometraje un año más tarde, con Los farsantes, y ocupó la década de los 70 en lo que luego convertiría su oficio más digno: trasladar las palabras de la literatura al cine.
Fallece el cineasta Mario Camus en Santander. Autor de clásicos de nuestro cine como Los santos inocentes, La colmena, Los días del pasado o Esa mujer. Recibió el Goya de Honor en 2011. pic.twitter.com/vG09t5AZFC
— Academia de Cine (@Academiadecine) September 18, 2021
El cine que Camus hacía era detalladamente ejecutado debido a que ponía especial atención al relato existente entre los cuerpos y los huecos de las historias.
Expertos consideran que sus obras más personales las creó en los 90 con sus lecturas profundas y heridas del terrorismo en Sombras en una batalla, de 1993, y La playa de los galgos, de 2002, hasta sus trabajos más tormentuosos que quieren ser también una mirada oscura de un tiempo, el nuestro, cada vez más gris. Y aquí, Después del sueño (1992), Adosados (1996) o El color de las nubes (1998).
Repasar su filmografía puede resultar por momentos una especie de clase de literatura, pues luce atenta al realismo de Benito Pérez Galdós como a la gran imaginación de Federico García Lorca.
El legado que deja Mario Camus, que solo ganó un Goya como guionista y luego recibiría el de Honor en 2011, es palpable y profundo ya que fue un gran novelista que se especializó a hacer un gran cine.