El 20 de enero, David Lynch llegó a su cumpleaños número 75 y para celebrarlo hacemos un repaso por su carrera y sus mejores obras.
Oriundo de Missoula, Montana, la creatividad de Lynch sobrepasa las fronteras del cine y toca los campos de la pintura, la música, la publicidad, la fotografía y el diseño de muebles.
Admirador del surrealismo, el dadaísmo y el trabajo de los cineastas Stanley Kubrick, Jacques Tati, Ingmar Bergman y Werner Herzog, su filmografía se caracteriza por ser un universo de sueños lúcidos, pesadillas y atmósferas alucinantes.
Elementos que lo han destacado desde su primera cinta, Eraserhead en 1977, hasta las aclamadas: El hombre elefante (1980), Blue Velvet (1986), Twin Peaks (1990-1991; 2017), Corazón salvaje (1990), The Straight Story (1999) o Mulholland Drive (2001).
Actualmente sus proyectos cinematográficos y de animación solo están disponibles en su página web; sin embargo, hay dos cortometrajes de fácil acceso para sumergirse en el universo del excéntrico director.
What did Jack do?
Producido con fondos de la Fondation Cartier pour l'Art Contemporain de París, What did Jack do? es un cortometraje lanzado a principios de 2020 en Netflix, cuyo protagonista es un mono capuchino.
En este ejercicio filmado en blanco y negro, Lynch interpreta a un policía que utiliza frases cortas para interrogar a Jack Cruz, un mono en traje que es sospechoso de un asesinato.
“Hay algo extrañamente conmovedor en la forma en que Jack se queja de cómo lo tratan en este interrogatorio sumamente irregular: ‘Arrojas un animal al techo solo para ver la expresión de su rostro’”, destaca The Guardian.
Meditación, creatividad y paz
Lynch se ha entregado a la práctica de la meditación por más de cuarenta años y sus resultados se observan en el sorprendente mundo artístico del cineasta.
Con entrevistas y fragmentos de conferencias realizadas durante los años 2007 y 2009 alrededor de 16 ciudades, y una detallada explicación de cómo funciona la meditación trascendental, este documental da cuenta del poder transformador de la introspección, la consciencia y el silencio.
“Esta es una rosquilla, es muy dulce y muy buena, pero si nunca hemos probado una dona nunca sabremos lo dulce y buena que es; con la meditación trascendental sucede lo mismo, la meditación trascendental nos da una experiencia mucho más dulce que esta rosquilla, brinda la experiencia del néctar más dulce de la vida, pura bendita consciencia”, advierte Lynch al inicio de la grabación.
Y sostiene: “Como dice Maharishi: “aquellos que no saben no lo saben, aquellos que lo saben lo disfrutan’, espero que el siguiente documental les dé información acerca de lo dulce que es la vida”.