Yogetsu Akasaka es un músico y monje budista cuyas creaciones combinan beatboxing, muestreo y una amplia gama de cánticos.
El monje japonés se define a sí mismo como un beatboxer de ritmo humano que expresa todo tipo de música con el sonido que sale de su boca.
Durante varios años de su vida viajó por el mundo como músico callejero, ganándose la vida con sus habilidades de beatboxing en diversos países entre los que destacan Estados Unidos y Australia.
A partir de 2015, siguió el ejemplo de su padre y se convirtió en un monje budista zen.
Sin embargo, la música siempre ha sido su pasión, así que decidió combinar su nueva forma de vida con lo que mejor sabe hacer: improvisar.
Fue así como comenzó a utilizar una estación de bucle RC-505 y sus habilidades de beatboxing para combinar cánticos budistas, acompañados de diversos instrumentos y crear sonidos relajantes que ayuden a las personas a vivir con abundancia en el aquí y el ahora.
Para Yogetsu Akasaka, es básico que la gente medite y experimente en algo más material, por ello, busca que con sus sonidos en bucle las personas tengan un apoyo para alcanzar un estado mental ideal para la meditación y el sentimiento espiritual.
A partir de 2018, Akasaka se ha presentado en una amplia gama de eventos que van desde reuniones privadas hasta festivales de gran escala como el J-Wave Innovation World Festa que desde hace cinco años se celebra en Japón.