Con un mínimo de elementos, el conceptual rascacielos Qatar World Cup Memorial consigue rendir homenaje a los 6,751 hombres que fallecieron en el transcurso de varios años en la construcción de los estadios para la Copa del Mundo.
Gracias a la firma WEEK Architecture, dicho monumento toma forma como un mega rascacielos cuya estructura se retuerce debido a que se encuentra integrado por cientos de módulos de hormigón apilados.
Resulta sumamente interesante cómo a partir de una sombría sobriedad se colocaron los cuatro módulos por planta y dos escaleras por módulo para que el proyecto contara con una infinidad de recorridos posibles.
Gracias a lo anterior, este conceptual rascacielos encierra entre sus paredes, de forma sumamente poética, la luz y la sombra.
Las paredes que se trazan con sus enormes módulos de hormigón apilados son, a la vez, resguardo y ornamento, receptáculos de luz y generadoras de sombra. Límites, a veces sutiles y a veces tajantes, con el entorno y el medio ambiente.
Cabe la pena subrayar que, cada uno de estos bloques, representa a un trabajador fallecido, por lo que a medida que aumentaron las bajas, también aumentó la altura de la torre.
Un dato que resulta un tanto oscuro es que la altura final de esta estructura (4.4 kilómetros), y su correspondiente número de muertos, es de hecho tres veces más de lo previsto por los arquitectos en el momento de la concepción del proyecto.
Cuestionando audazmente las alarmantes estadísticas y las peligrosas condiciones para la preparación de la Copa del Mundo, el Qatar World Cup Memorial refleja el icónico horizonte del país con un desolado rascacielos.
Por lo tanto, dicha torre ofrece a las familias de Nepal, India y otras nacionalidades un lugar donde poder recordar a sus seres queridos que fallecieron mientras ayudaban a construir las estructuras tan esperadas en la ciudad de Doha.