Julia Lillard es una artista autodidacta de Oklahoma que, gran parte de su tiempo, lo dedica a crear collages surrealistas digitales y en papel.
Su primer amor fue la fotografía, pero a los 50 años, descubrió los collage y las pinturas abstractas, lo que hizo que cambiara totalmente su enfoque.
Tiene una amplia gama de estilos, un tanto ecléctica, y su imaginación se dispara ante cualquier imagen, color o situación que le llame la atención. Ante esto, Julia deja que algo fuera de sí misma fluya para poder crear y, por lo general, no tiene idea de cuál será el resultado final.
Para esta artista, poder expresar su estado anímico y emociones a través de los collage que lleva a cabo resulta crucial en su vida.
Cuando se siente feliz crea collages lindos, dulces, con colores alegres y brillantes. Pero cuando se siento cansada, ansiosa o triste, también usa el collage para mostrar cosas un poco más extrañas, que suelen dar miedo.
Debido a que siempre quiere ser portadora de energía positiva, le cuesta mucho trabajo hablar, de una forma más tradicional, cuando está atravesando por un momento difícil.
Por lo tanto, elaborar collage, de forma analógica o digital, resulta un proceso sumamente catártico para Julia Lillard debido a que le ayuda a conectarse con las demás personas y con sus propias emociones.
Para esta artista, a veces las palabras resultan huecas pero con las imágenes logra transmitir todo aquello que siente.
Julia Lillard es una creativa inquieta que siempre está en constante búsqueda de nuevos retos, ya sea de concepto o de técnica.
Cuando uno ve su trabajo puede percibir, sin mayor problema, que le fascina experimentar con color vibrantes, además de que sus personajes presentan rasgos faciales sumamente extraños que, muy a menudo, se encuentran en una escena desordenada donde los objetos y los colores chocan.
Dicha ecléctica y surrealista combinación de elementos es precisamente lo que hace que los collage de Julia Lillard sean tan reconocibles y especiales.