Para algunos, la Navidad –además de la celebración cristiana– representa crear momentos, producir escenarios y todos sus contextos para generar situaciones las cuales compartir y hacer sentir una emoción a nuestros cercanos. En muchas formas, esto se parece al arte. Y en muchas formas, por eso se parece esa festividad y la artista irlandesa Jen Nollaig.
Sus diseños divertidos y festivos le han valido a la dublinesa Nollaig el título de la mujer más navideña de Irlanda. Después de soterrar su lado creativo durante una década, hace tres años decidió dar rienda suelta a su pasión por todo lo festivo: los rojos y verdes y esferas y brillos… ¡Christmas is here, Christmas is here!, como dice el villancico.
Es creadora de una exuberante alta costura navideña, pero aclara que no es una obsesiva durante todo el año. Podrá parecer Mamá Noel en los últimos dos mes del año, pero no es una Martha Stewart que rellene de forma barroca cada espacio vacío de su agenda o su clóset con motivos navideños.
“La mayor parte del año, me visto con bastante normalidad. La gente piensa que soy extraña y me visto muy raro todo el tiempo, pero en realidad no soy así. ¡Me visto de negro! ¡Mucho!", contó en entrevista para el Independent, de Irlanda.

Sin embargo, cuando llega noviembre, emerge de su hibernación creativa para crear una serie de atuendos espectaculares usando oropel, adornos, diamantina y cualquier otra decoración que le llame la atención. Es una tradición, dice, que se remonta a su carrera corporativa de una década.
“Todos los años, me hacía un atuendo navideño y lo hacía todo, así que esa fue mi salida creativa a lo largo de los años”.
Nollaig estudió moda en la Escuela de Arte y Diseño de Limerick, pero sus esfuerzos por iniciar una carrera en la industria se estancaron después de la universidad. Recién graduada, se mudó a Londres y le dijo con confianza a su madre: "volveré cuando la haya hecho en grande y te compraré un Mercedes".
Pronto descubrió que se esperaba que trabajara gratis y, tres meses después, estaba llamando a su madre, con saldo negativo, para pedirle un vuelo a casa. Siguieron varios años trabajando en el comercio minorista, que la llevaron de regreso a Londres, donde un año con Balenciaga, en Selfridges, enfrió su interés por la moda.
"Disfruté el lado de la gente, pero el enfoque despersonalizado de 'lo que está de moda, lo que no'… me desilusioné mucho con toda la industria de la moda", dice Jen. “Cuando regresé a casa, renuncié a la moda. Terminé estudiando Recursos Humanos y trabajé en reclutamiento durante 10 años, y finalmente enterré mi yo creativo”.
La temporada festiva era la única época del año en la que podía abrazar por completo su lado artístico, imaginando diseños inspirados en Navidades pasadas: “Soy una niña de los 80 y nunca me he recuperado de esa estética. El kitsch de todo esto es tan maravilloso y una fuente inagotable de inspiración para mí. Es tan brillante. ¿Por qué nos alejamos de los años 80?”

Jen vive en Castleknock con su esposo, Edward, y sus dos hijos, Winnie y Louis. Tiene un cobertizo en el jardín exclusivamente para adornos navideños, aunque admite que también hay un segundo cobertizo que se llena rápidamente con ellos. Siempre ha estado locamente emocionada por la Navidad, pero decidió llevar su pasión un paso más allá en 2017.
Su primera colección de 12 looks fue solo por diversión, hasta que publicó en Instagram sus historias. Las imágenes se volvieron virales y, en un par de semanas, vio que sus atuendos estaban siendo cubiertos por los medios de comunicación de todo el mundo.
“Me dio una hermosa sensación de validación, y realmente siento que desaté mi yo creativo. Eso fue todo, entonces: no había vuelta atrás una vez que abrí esa puerta. Creo que he estado recuperando todo el tiempo perdido”, cuenta Jen.
Desde entonces, ha hecho tres colecciones festivas, así como una gama de gafas de sol de verano con flores artificiales y un proyecto de gafas creado con objetos de la casa.
Jen normalmente vende gran parte de su colección navideña y, de lo contrario, dividirá los artículos no vendidos y reutilizará las piezas en otros trabajos. Una vez que llegue enero, está ansiosa por explorar nuevas áreas, como lo hizo con sus creaciones de encierro, que atrajeron a una serie de nuevos clientes.
Así vive la Navidad durante dos meses Jen Nollaig, y el resto del año, explora otras ideas. Aunque seguramente nunca deja de pensar “is the best time of the year”.