Nacida en París en 1980, Mathilde Oscar estudió historia del arte, decoración mural y diseño gráfico antes de abrir su estudio de fotografía en Cannes y ser contratada por YellowKorner para reinterpretar a los grandes maestros de la pintura en sus retratos.
La aventura de Mathilde en el arte comenzó cuando apenas era una niña y aprendió a pintar por sí misma. Cuando era adulta, a la ferozmente independiente fotógrafa le robaron seis de sus pinturas más importantes durante una mudanza, una desgracia que detuvo abruptamente y temporalmente su creatividad.
Luego en 2012 volvió a sucumbir ante de los grandes maestros del arte, pero con un toque contemporáneo con ediciones de fotografías numeradas.
En una entrevista que dio a la revista COTE, Oscar explicó que llevar cada imagen de la pintura a la fotografía es un gran y pesado trabajo por todo lo que implica.
Imagen de la serie Out of time, de Mathilde Oscar. Foto: Mathilde Oscar Website
“Lo que más disfruto es crear todo un mundo con todos sus pequeños detalles para tomar una fotografía”, explicó la meticulosa artista que hace todos los disfraces de sus cuadros ella misma y busca accesorios vintage para las decoraciones.
“Soy de la generación que está apegada a sus cosas. Cada detalle está pensado de antemano, así que hago muy pocos retoques después”.
Metódica y perfeccionista, Mathilde pone toda la energía que tiene en su trabajo y, por el contrario, trata de simplificar su vida personal.
Su estilo, bastante nostálgica y algo kitsch, se nutre del arte renacentista, barroco y clásico, construyendo un repertorio bastante mágico en el que nos encontramos con grandes e icónicos personajes de la historia.
Aunque la técnica fotográfica de Mathilde Oscar resulta bastante básica, los temas que decide abordar (y el cómo es que lo hace) es lo realmente importante.
El objetivo de esta artista es llevar al espectador a otro mundo, lejos de la dureza que a diario vivimos, por lo que su trabajo resulta sencillamente mágico.