Jesse Rodriguez, mejor conocido como SONIC BAD, es toda una leyenda en el mundo del grafiti.
Nació en el verano de 1961 y fue criado en la ciudad de Nueva York, lo que le dio una visión única y bastante cosmopolita del mundo, pero que también le permitió conocer el aspecto más crudo de todo aquellos que se vivía en las calles de dicha ciudad.
A principios de la década de 1970, durante la época en la que apenas comenzaba el hip-hop y el grafiti se relegaba a etiquetas y letras en forma de burbujas, SONIC BAD aportó elementos artísticos únicos a esta disciplina.
SONIC BAD se diferenció del resto de los artistas urbanos de aquella época debido a que atrevió a emplear colores sumamente atrevidos en sus creaciones, además de que creó muchos (y muy variados) estilos de letras.
42nd Street. SONIC BAD. Fuente: Dirty Pilot Website
Cabe subrayar que para este artista resultaba realmente fácil transformar letras en personajes y figuras, recurso que nadie había utilizado hasta dicho momento.
A principios de la década de 1980, SONIC BAD pintó Revolution y World War III en los vagones del metro de Nueva York, lo que le ayudó a saltar a la fama pues toda la ciudad pudo apreciar su trabajo.
Gracias a esto, SONIC BAD empezó a pintar más trenes con grafiteros de la talla de Rammellzee, Dondi, IZ the Wiz e Ink76.
Este artista, quien lleva viviendo los últimos 15 años en el Bronx, ha viajado a países como Alemania, Ámsterdam, Yakarta, Hong Kong, Singapur, Bélgica y Francia para impregnarlos de su cultura del grafiti, llena de colores atrevidos y estilo hip-hop original.