Manfred Thierry Mugler, considerado como uno de los últimos grandes diseñadores de moda a nivel internacional, falleció a los 73 años.
Desde 2002 el también fotógrafo, estilista, editor y bailarín se encontraba retirado de las pasarelas.
Sus creaciones destacaron en el mundo de la moda por ser sumamente atrevidas, sensuales y transgresoras.
Para crear sus icónicos atuendos, Mugler por lo general se inspiraba en las mujeres fatales del cine, en el movimiento sadomasoquista, en los robots y en la ciencia ficción.
Nació en 1948 en Estrasburgo y a los 21 años decidió mudarse a París para empezar su carrera como fotógrafo.
Debido a que era sumamente inquieto (y creativo) también se le ocurrió comenzar a diseñar, así que en poco tiempo (1978) logró inaugurar su primera boutique.
Desde el principio Mugler tuvo muchísimo éxito gracias a su teatralidad y por apoyar el llamado power dressing con trajes sastres masculinos con detalles muy femeninos.
Desde aquel momento este innovador diseñador se dedicó a romper con los cánones de la alta moda clásica. Brilló con fuerza en las décadas de los 80 y de los 90, por lo que pudo construir todo un imperio.
Desafortunadamente la llegada del minimalismo afectó a este ícono de la moda, quien no pudo reinventarse y su negocio perdió tanto dinero que tuvo que venderlo a la firma Clarins.
En 2002 anunció su salida definitiva del negocio de la ropa y se hizo llamar Manfred Thierry Mugler. A partir de ese momento solo se dedicó a sus perfumes, los cuales perdieron la notoriedad con la que contaban en los 90.
A partir de ese momento clave, su creatividad se enfocó en realizar colaboraciones especiales con famosos espectáculos como el Circo del Sol, Moulin Rouge y Crazy Horse.