Andrei Sokolov carga el título del artista espacial más prolífico de Rusia.
Nacido en 1931 en Leningrado, se graduó como arquitecto para luego pasar a estudiar arte en Moscú.
Gracias a su notable talento con el uso de colores, Sokolov participó en exposiciones de arte desde 1955 como artista de ciencia ficción, ya que desde la infancia disfrutaba de las novelas de ficción de Jules Verne, Belyaeva, Tsiolkovsky y Ray Bradbury. Sokolov dedicó sus primeras pinturas de ciencia ficción a la novela de Bradbury, Fahrenheit 451, que gozaron de inmensa popularidad internacional y de reconocimiento del mismo autor.
Andrey Sokolov para Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. Fuente: www.maxuta.com
No obstante, tras el lanzamiento del Sputnik en 1957, supo que toda su creatividad debía dirigirse al tema de la exploración espacial.
Cuando sus ilustraciones empezaron a llegar a los rincones más profesionales de la exploración espacial, la carrera de Andrei se volcó hacia una estrecha colaboración con los cosmonautas, en particular con Alexei Leonov, de quien se volvió un amigo cercana tras fascinarse por su arte y darle consejos en cómo hacer más certeras sus dibujos espaciales.
La amistad entre ambos se volvió tan perdurable que el mismo Leonov le ofreció a su tocayo algunas de sus obras al espacio a bordo de la misión Soyuz 11 de 1971, y luego transferidas a la estación espacial Salyut.
Sokolov se hizo miembro de la Unión Rusa de Artistas, donde se convirtió en el presidente del Grupo Cósmico, donde tuvo numerosas exposiciones en la Unión Soviética y en el extranjero, incluidos los Estados Unidos, Alemania Occidental, Holanda y Japón.
Con el paso de los años, dio pie a sus obras de arte para publicarse en muchos libros y revistas, incluyendo Air and Space, y en siete libros propios, algunos realizados en colaboración con su amigo Alexey Leonov. También, muchas pinturas de Sokolov se han utilizado para los carteles, postales y sellos postales soviéticos.
Años antes de su muerte, al ser cuestionado sobre el origen de su inspiración, el mismo Sokolov dijo: "La exploración espacial es el logro más impresionante de la humanidad; es la vanguardia del conocimiento humano, el tema principal y único de mi actividad artística en el espacio, el Universo y la cosmonáutica".
Andrey Sokolov murió en marzo de 2007, mientras sus obras perduran en muchos museos y colecciones privadas, por ejemplo, en el Museo Nacional del Aire y el Espacio y en la Institución Smithsonian en Washington, D.C., que tiene la colección más amplia de obras de Sokolov y Leonov.