Ron Cobb y Syd Mead son dos de los grandes creadores de la imagen moderna de la ciencia-ficción, pues dieron vida a los vehículos de Back to the Future y Blade Runner.
El primero de estos artistas forjó su leyenda como ilustrador, diseñador cinematográfico y artista conceptual haciendo trabajos para Disney en la década de 1950 en La Bella Durmiente. Además dibujó caricaturas editoriales contundentes para Los Angeles Free Press en la década de los 60 (después de un periodo de servicio en Vietnam en 1963), y posteriormente pintando portadas para Famous Monsters of Filmland y diseñando escenografía para películas de gran éxito como Star Wars, Alien, Aliens, Conan the Barbarian, Close Encounters of the Third Kind, Real Genius, y Back to the Future.
Cobb, un diseñador autodidacta que trabajó principalmente entre bastidores, avanzó una estética que todavía influye en las máquinas del tiempo de las películas de ciencia ficción de hoy.
Aquel hombre, un futurista con un estilo un tanto retro, nació en Los Ángeles el 21 de septiembre de 1937 como el hijo de Robert y Helen Cobb. Se graduó de Burbank High School en 1955 antes de pasar a hacer algunos trabajos para el Walt Disney Studios.
Tras algunos años de prueba, error y colaboraciones en diversas empresas, su trabajo de años finalmente le valió una invitación de la Unión Australiana de Estudiantes para realizar una gira por Australia. Se casó con su esposa y se mudó de nuevo a Los Ángeles, donde comenzó a recoger más trabajos cinematográficos donde creó algunas criaturas que aparecieron en la escena de la cantina del original Star Wars.
Ya en 1977, también se le pidió que ayudara con ilustraciones de naves espaciales para un lanzamiento de película eventualmente se convertiría en el éxito de taquilla de 1979, Alien, protagonizada por Sigourney Weaver.
El trabajo de Cobb era diseñar escenas y vestuarios para películas como Conan the Barbarian, protagonizada por Arnold Schwarzenegger y Regreso al futuro de 1985, donde ayudó a diseñar la famosa máquina del tiempo DeLorean que transportó a Marty McFly, uno de las creaciones más importantes en cuestión de autos del futuro.
“Le apasionaba hacer que la ciencia fuera correcta”, dijo su esposa una vez sobre él, "quería ciencia precisa y un gran diseño".
De esa manera, comenzó a imaginar el coche, que, tras ser cuestionado por Steven Spielberg sobre cómo convertiría al DeLorean en una máquina del tiempo, imaginó una nave que pareciera casera, como si Doc Brown reuniera partes de Radio Shack. A la postre se creó el diseño que luego fue mejorado por el ilustrador de producción Andrew Probert, quien agregó una segunda ventilación de escape al DMC-12.
Fue, hasta su muerte el 21 de septiembre de 2020, a los 83 años, un maestro artesano que hizo esta conexión con los cineastas y escritores porque le encantaba hablar sobre ciencia, tecnología, extraterrestres y el por qué estamos aquí.
Syd Mead, el creador del transporte del caza andorides
Syd Mead, considerado ampliamente como el abuelo del diseño conceptual, creó diseños de clase mundial y visiones inigualables del futuro que fueron exclusivamente suyas hasta el final.
Syd nació el 18 de julio de 1933 en Saint Paul, Minnesota. Su primer trabajo después de la escuela secundaria fue para Alexander Film Co. como entintador celular de animación, creador de personajes e ilustrador de fondo. Poco después, se unió al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos sirviendo dos años en Okinawa, Japón, donde se encontró fascinado por la cultura oriental.
A su regreso a la vida civil, Syd comenzó en 1959 haciendo diseños de vehículos futuristas para US Steel, presentó su portafolio en Art Center en Los Ángeles y fue aceptado para el semestre de otoño mientras continuaba su trabajo.
Después de graduarse del Art Center con gran distinción, Mead se unió al Advanced Styling Center de Ford Motor Company en Dearborn, Michigan, donde trabajó durante poco más de dos años. Su siguiente puesto fue la oportunidad de su vida en Hansen Co. en Chicago, donde le encargaron a Syd ilustrar escenarios futuros de vehículos para una variedad de clientes corporativos.
De ahí saltó a realizar innovadores trabajos conceptuales en películas de ciencia ficción, lo que le valió la entrada a la productora que estaba volteando a ver a la ciencia ficción como su gran forma de ingreso: Hollywood, donde produjo algunos de los diseños más importantes de los últimos tiempos, resaltando sus entregas para Star Trek, Tron, y Aliens.
En los años 80, Mead ayudó a desarrollar una buena cantidad de parques temáticos y estadios de laser tag, incluso algunos casinos..
Luego, dio el salto a los videojuegos, donde trabajó en Cyber Speedway para Sega Saturn, luego volvió a trabajar en las motos de luz en Tron 2.0, donde diseñó las naves espaciales en Wing Commander 5 e incluso trabajó con Westwood Studios en su juego Blade Runner.
Otras veces fue consultor, especialmente para películas y nuevamente videojuegos, sin embargo, su gran oportunidad fue cuando lo contrataron para diseñar solo los vehículos para Blade Runner, donde mezcló la alta tecnología luminosa con una arquitectura futurista que utilizaba elementos y formas clásicas, como la pirámide maya para abrir portales a otros tiempos y lugares.
Con varios títulos considerados hoy inmortales en el gremio del cine, Syd y Ron crearon emocionanes e inolvidables trabajos adelantados a su tiempo, de forma que cada vez que aterrizemos en un nuevo planeta, miremos a una megaestructura que se avecina, o pasamos a toda velocidad en un cohete, una bicicleta, un coche, será difícil no pensar en las visiones de aquellos que trabajaron en ver el futuro.