Trabajando en el espacio que hay entre el cine y el arte contemporáneo mediante la manipulación del tiempo y la luz, Apichatpong Weerasethakul crea instalaciones, videos, cortometrajes y largometrajes que sirven como tenues puentes para que el espectador viaje entre lo real y lo mítico, lo individual y lo colectivo, lo corpóreo y lo quimérico. Infundiendo lo mundano con un misterio de otro mundo, explorando la naturaleza resbaladiza del tiempo y la conciencia
Con estos trabajos no-lineales, que transmiten un fuerte sentido de otro mundo, Apichatpong, nacido el 16 de julio de 1970, ha logrado estblacerse como uno de los directores cinematográficos más bizarramente cautivadores del cine contemporáneo.
Usando estructuras narrativas poco convencionales, expandiendo y contrayendo la sensación del tiempo y jugando con ideas de veracidad y linealidad: el trabajo de Weerasethakul, uno que arrancó en 1994, cuando obtuvo su licenciatura en arquitectura de la Universidad de Khon Kaen en Tailandia, se asienta cómodamente en un mundo de su propia creación.
En 1998, sus esfuerzos lo vieron recibir su MFA en cinematografía de la School of the Art Institute of Chicago, y en 1999, cofundó Kick the Machine Films, una compañía que ha producido muchos de sus propias películas, así como otras películas y videos experimentales tailandeses que no pudieron encontrar apoyo en la industria cinematográfica tailandesa establecida.
Película Uncle Boonmee Who Can Recall His Past Lives. Fuente: Youtube
Por medio de esta lucha vuelta honesta gracias a su libertad, a lo largo de los años, el director de cine, decidió involucrar a muchos de los mismos actores, lo que le ha permitido capturar diferentes fases de sus vidas y su experiencia de envejecimiento, ha podido lograr películas que atraviesan un territorio extremadamente personal, con frecuencia ambientada en pueblos y bosques rurales de Tailandia, invitando al espectador a adentrarse en el mundo subjetivo de la memoria, el mito y el profundo anhelo.
Además del viaje interior que demuestra ser su obra cinematográfica, el cineasta tailandés también está marcada por una faceta política, a menudo oculta y vista únicamente en los márgenes de sus producciones, no obstante, el mensaje final de su cine es la preocupación por el vacío y eso suele plasmarlo con una sociedad preocupada que lucha contra las esferas políticas.
Las películas de Weerasethakul, además de ofrecer una exploración a la historia política de la Tailandia contemporánea, son expertas en el uso de la vacuidad; los espacios vacíos, el tiempo suspendido y la narrativa tan específica que emplea le dan a la audiencia licencia para considerar otros temas, incluido el encuadre sociopolítico de Tailandia que se encuentra en las afuera de sus películas.
Arraigadas en el paisaje, el tiempo y la narrativa de un país conflictuado, ests elementos trabajan juntos en las películas de Apichatpong Weerasethakul para dar paso al sentimiento. Expandiendo sus obras por Europa, Asia y América, sus numerosos proyectos de arte y largometrajes fuertemente ovacionados en festivales, incluidos tres del Festival de Cine de Cannes.
Sin embargo, a pesar de la creciente presencia y el reconocimiento de Apichatpong en los principales festivales de cine internacionales, el director sigue siendo una figura subestimada en Tailandia, por lo que para algunos ha parecido conveniente “apropiarse” de Apichatpong como director bautizado en la cultura del cine de autor occidental.
Esencialmente, Apichatpong está más preocupado por su expresión como artista que como embajador de Tailandia y, por lo tanto, ha buscado la colaboración internacional con artistas de ideas afines para hacer realidad sus visiones personales. De cualquer manera, al día de hoy, Apitchatpong Weerasethakul vive y trabaja en Chiang Mai, Tailandia.
Tendemos a establecer una cierta lógica cuando vemos películas... Pero para mí son más poderosos y diversos que eso. Quiero abrir el misterio de la vida. Te encuentras con cosas que no puedes explicar, y esa es la alegría de vivir.