Anna Whitehouse, quien utiliza imágenes peculiares e investigaciones científicas para formar su trabajo escultórico, estableció su propio proyecto experimental único, y el rumbo decisivo de su carrera, el 1 de enero de 2018, cuando decidió crear una botella de arcilla decorativa todos los días durante 100 días.
Esta decisión, una que marcó el inicio de su carrera como artista plástica, llevó a Anna a estirar su creatividad y formular diseños previamente inexplorados.
Todo comenzó cuando la joven estaba en su primer año de un curso de Diseño 3D en la Universidad Metropolitana de Manchester, y se encontró con la clase de introducción a la cerámica, que fue la primera vez en la que le enseñaron cómo manejar la arcilla correctamente. Rápidamente, se dió cuenta de que ese era el material perfecto para las formas que había empezado a practicar con metal y madera.
Utilizando pedazos de bolígrafo, alambre y aluminio rotos para crear marcas particulares, la joven artista se educaría bajo la disciplina de crear algo diario. Al poco tiempo, empezó a complementar su trabajo con el laboratorio de glaseado y entendió cómo explotar sus capacidades.
"Intentaba presionar y raspar cualquier herramienta que pudiera en la arcilla", explica Whitehouse, y al igual que sus otros desafíos de dibujo, Whitehouse publicó sus creaciones diarias en Instagram, creando un registro digital y una forma de revisar su progreso.
Simplificando su trabajo, y limitándose a una sola forma, Whitehouse empezó recipientes blancos que tiene una forma y tamaño, sin embargo, cada botella exploraba nuevas ideas de diseño de patrón, creando superficies únicas para cada uno. Algunas eran perforaradas con pequeños agujeros repetitivos y otras eran cubiertas con aplicaciones en forma de hojas o motivos florales.
Fue así que, decidida del rumbo definitivo que tomaría su carrera, llegó el primer día de enero del 2018, pero ahora con otro proyecto completamente diferente con el cual inició: producir sus piezas de estudio, que tras del enorme éxito que han gozado, ahora las trabaja bajo encargo y para proyectos públicos a gran escala, en colaboración con instituciones y espacios culturales, quienes han recibido con los brazos abiertos la iniciatva creativa de Anna Whitehouse.
Después de completar su proyecto, Whitehouse creó un "calendario de arcilla" que puedes visitar en su sitio web; este portafolio interactivo describe cada botella que hizo del 1 de enero al 10 de abril de 2018, e incluye sus títulos únicos que se basan en algo que sucedió durante el día en que se hicieron.
Paralelamente a su práctica escultórica, Anna también se ha volcado a la docencia, enseñando cerámica a todas las edades como parte de programas de exhibición, eventos o comisiones, en escuelas y a través de clases nocturnas semanales en línea, una actividad por la que ha encontrado un definitvo encanto, ya que ama poder transmitir sus habilidades y conocimientos y ver cómo el insecto de la arcilla se apodera de sus estudiantes. A su vez, también lo encuentra un espacio útil para discutir los problemas ambientales que alimentan su práctica en el estudio.
En última instancia, a través de su decisión, Anna se ha convertido en una artista que se esfuerza por crear objetos curiosos que despierten una sensación infantil de asombro y aprecio por el mundo natural, todo mientras cuestionan nuestro lugar dentro de él.
Fuente: My Modern Met
Anna, que hasta el día de hoy sigue utilizando imágenes e investigaciones científicas para informar su trabajo escultórico, y con respecto al rumbo que ha tomado su carrera, explica:
Para mí, el impulsar mi creación y mis ideas diariamente fue un proyecto puramente personal. Elegí grabar los 100 días en Instagram para poder tener un registro visual para recordar, pero también para hacerme responsable. ¡No podría saltarme un solo día si ya estaba poniendo mi trabajo en el dominio público! Este tipo de desafíos son fundamentalmente constructivos para los artistas, ya que impulsan el desarrollo de habilidades e ideas.