El trabajo del artista francés Vincent Leroy se caracteriza por contar con movimiento y una estética sumamente cautivadora, pues crea instalaciones conformadas por inmensas esculturas.
Sus creaciones literalmente dialogan con los diversos contextos en las que la coloca, lo que resulta un verdadero deleite para el espectador debido a que estos pueden ir desde la sala de un museo hasta el centro de un cráter.
Nacido a finales de la década de los 60 en Avranches, Francia, Vincent Leroy creció en un ambiente rural, donde desarrolló una inmensa curiosidad por todo lo que le rodeaba así que su vocación por experimentar y construir pequeñas cosas resultó algo totalmente natural.
Años después Leroy decidió estudiar diseño en la Escuela Superior de Creación Industrial de París, ciudad en la que actualmente vive. Su curiosidad y sensibilidad hicieron que su trayectoria profesional se consolidara rápidamente en el mundo del arte.
Lo que resulta fascinante de este artista es que literalmente encuentra inspiración en todo lo que nos rodea.
Las esculturas cinéticas de Vincent Leroy están hechas a partir de sus experiencias en la naturaleza, en sus paseos diarios en bicicleta y las caminatas que lleva a cabo.
Vincent Leroy ha declarado en diversas ocasiones que su interés por el movimiento surgió mucho antes que por el arte y justo por eso ha resultado crucial en su vida crear piezas desde un punto de vista más poético, mucho más abstracto y artístico.
Para este artista francés, creador de monumentales instalaciones que quedan grabadas en la memoria por su inigualable belleza, forma y movimiento son inseparables.
La forma revela el movimiento y este trae lo inesperado, da vida a la escultura y actualmente no existe nadie mejor para crear instalaciones inolvidables que Vicent Leroy.