Italia y la industria de la música están de luto debido a que el músico Franco Battiato, uno de sus más importantes cantautores y compositores, falleció.
Battiato, que era conocido a nivel mundial por su ecléctico y existencial estilo que le acompañó durante toda su carrera, dejó himnos como Centro di gravità permanente (1981) y Voglio vederti danzare (1982).
Hace varios años que Franco Battiato había decidido despedirse de los escenarios. Su último concierto fue en septiembre de 2017 en el Teatro Romano de Catania, y más tarde suspendió su gira por motivos de salud.
Poco antes de que anunciara su retiro oficial, en agosto de 2019, lanzó su último álbum, Torneremo ancora, conformado por quince versiones sinfónicas de algunas de sus canciones grabadas con la Royal Philharmonica Concert Orchestra.
Franco Battiato nació el 23 de marzo de 1945 en la provincia de Catania. Luego que su padre muriera, Battiato se trasladó a Milán en la primera mitad de la década de 1960 para arrancar una carrera como profesional en el mundo de la música que se convertiría en una de las más prolíficas italianas.
Además de músico se desempeñó como escritor, guionista y hasta experimentó con la pintura, donde siempre firmó con un pseudónimo, el de Suphan Barzani.
También fue director de cine en Perduto amor, su primer largometraje, y en su segunda película, Musikanten, abordó los últimos años de Beethoven.
Si esto no fuera suficiente, Franco Battiato incluso pasó un tiempo como consejero regional en Sicilia, pero fue despedido a los seis meses por decir que los parlamentarios italianos eran personas dispuestas a hacer cualquier cosa.
En la música fue donde se convirtió en un verdadero fenómeno de masas, pues fue capaz de romper los esquemas que dividen la música de culto y la popular.
Sus letras y su creatividad nacieron de su disciplina espiritual. Convencido estudioso del sufismo, Franco Battiato era un devoto practicante de la meditación. Sus letras se adentraban en lejanos universos, tanto que en su álbum Génesis, de 1987, se atrevió con el sánscrito, persa y el griego.
Hoy el mundo llora la muerte de Franco Battiato, pero apenas comienza la leyenda de un hombre que fue disfrutado, entendido y consumido a tantos niveles y por varias generaciones.