Nacida en Buenos Aires en 1925 y en el seno de una familia originaria de España, Martha Boto, heredó los gustos de su abuelo y su madre por el teatro, el arte y la música. Desde muy joven mostró su predisposición por el dibujo y la pintura, fue cuestión de tiempo para que se enrolara en la Academia Nacional de Bellas Artes en la capital argentina.
Tras graduarse en 1950 y recibir el premio de graduación Ernesto de la Carcova, que reconoce a los mejores alumnos, Martha Boto se tornó a la investigación de las variaciones ópticas de la luz, el color, y el movimiento que le darían un lugar en la Asociación Arte Nuevo creada en 1955 por el poeta Aldo Pellegrini y por el artista Carmelo Arden Quin. En 1956 formó parte del grupo Artistas No Figurativos Argentinos.
Su trayectoria y voz la llevaron a París en 1958, donde se estableció con Gregorio Vardanega y finalmente se acercó al Movimiento Op-art y Arte Cinético; para1960, utilizó electricidad en su trabajo para sus primeras obras cinéticos, experimentando con el azar, el juego y el movimiento, y que se mostraron en Bienal de París. Para 1969, Boto ya presentaba su primera exposición individual en la galería Denise René.
No10A, hecho conplexiglas, aluminio cromado, motor, (1969). Fuente: MCMC Galería.
Delatation mercurial, (1969-70). Fuente: MCMC Galería.
A través de diferentes medios y materiales, Boto se fue estableciendo como pionera en las formas en que se experimentaba con la luz física e intelectualmente durante la década de 1970, donde también retomaría su trabajo en la pintura y trabajos escultóricos más tradcionales.
Galaxia Celeste, (1955). Fuente: MCMC Galería.
Inspirada por su fascinación por el cosmos, Boto aportó una visión futurista a su arte cinético, llegando a los rincones de museos y recintos como el Fondo Nacional de Arte Contemporáneo y el Museo de Arte Moderno de París, Francia; el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), la Fundación Torcuato Di Tella y el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, Argentina; el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, Brasil; la Colección Peggy Guggenheim en Venecia, Italia; el Museo de Arte de Tel Aviv, Israel; el Museo de Bellas artes de Houston (MFAH), Texas, Estados Unidos, entre muchas otras.
Eveil 1, (1993). Fuente: Centro Pompidou.
Eclipse Chromatique N°1, (1973). Fuente: Kuntz Gallery.
El trabajo de Martha Boto existe en la intersección de la tecnología, la ciencia y el arte en movimiento que continúan siendo retomadas en exposiciones dedicadas a la abstracción geométrica y al arte cinético.
Instituciones privadas y públicas, conservan sus obras al igual que muchos coleccionistas, lo que le asegura un lugar destacado en el mercado del arte moderno.