Localizado en el este de Manhattan, el Barrio Chino de Nueva York abarca dos millas cuadradas, que se limitan el Lower Easr Side al este Little Italy al norte, Civic Center al sur y Tribecca al oeste, y condensan a una población de 90 mil a 100 mil personas, entre habitantes, comerciantes y turistas.
Aunque es el destino por excelencia de los inmigrantes chinos, en Chinatown también cohabitan dominicanos, puertorriqueños, birmanos, vietnamitas y filipinos, principalmente.
Los orígenes de este emblemático lugar se remontan a mediados del siglo XVIII cuando había un gran arribo de comerciantes y marineros chinos a Estados Unidos, quienes solo contemplaban pasar unos años lejos de casa, pero se convirtieron, paulatinamente, en parte de la población estadounidense en son del precursor del sueño americano: el Gold Mountain –la fiebre del oro de las décadas de 1840 y 1950–.
A medida que las minas de oro empezaron a rendir menos y la construcción del ferrocarril transcontinental se acercaba a su finalización, la amplia disponibilidad de mano de obra china barata y dispuesta en industrias como: liar cigarros y textiles, se convirtió en una fuente de tensión para los trabajadores locales, que pensaban que los chinos tomarían su lugar en puestos de trabajo.
La violencia de la mafia y la discriminación desenfrenada en el oeste orillaron a la comunidad china hacia el este, donde las oportunidades laborales eran más abiertas y podían integrarse más fácilmente por la diversidad de la población, entre ellos migrantes irlandeses y afroamericanos.
Hacia 1870, cuando la población china aumentó de 150 personas (en 1859) a más de dos mil, nació el Barrio Chino, después de que alunas calles centrales como Mott Pell y Doyers se expandieran.
Excluidos de la ciudadanía y sus protecciones, la comunidad china rezagada formó sus propias estructuras internas para propiciar empleo, atención médica y vivienda, como la Asociación Benéfica Consolidada China (1880) que funcionaba como un “gobierno” local.
Asimismo se crearon los fongs –gente de distritos similares en China–; las tenazas –asociaciones comerciales–; y asociaciones de nombres de clanes familiares como los Lee.
Poco después del establecimiento de Chinatown, los nativos norteamericanos determinaron el espacio como “Orientalist-Other”, lo que provocó un auge turístico, y la comunidad china aprovechó inteligentemente los estereotipos para crecer económicamente y posicionar elementos de su cultura en la tradición estadounidense.
Actualmente Manhattan Chinatown es uno de los nueve barrios de la comunidad china en Nueva York, así como uno de los doce en el área metropolitana de dicha ciudad.
Aunque ahora es superado en tamaño por el acelerado crecimiento de Flushing Chinatown, ubicado en el distrito de Queens, el Barrio Chino de Manhattan se mantiene como una fuerza cultural dominante para la diáspora china y es hogar de lugares emblemáticos, como el Museo de China en América.
Cuatro lugares para visitar en Manhattan Chinatown
Canal Street
Es la calle principal de Chinatown y cruza el bajo Manhattan con Nueva Jersey. El comediante Jon Stewart se refiere a la reputación de la Calle Canal como un centro para obtener reproducciones de mercancía original.
Templo de Mahayana
El templo budista es de lo mejor para ver en Chinatown, pues aloja a un Buda de oro de cinco metros de altura sobre una flor de loto rodeado de ofrendas.
Iglesia de la Transfiguración
Alojado en un edificio de arquitectura inusual de estilo gregoriano, esta iglesia es una mezcla de las religiones cristiana y budista, e imparte sus sermones en mandarín y cantonés. De su estructura destaca la torre octagonal cubierta de cobre y sus ventanas góticas.
Columbus Park y Arco Kim LauCalle de las barberías
Anteriormente conocido como Mulberry Bend Park, Five Points Park y Paradise Park, es un parque público que, durante el siglo XIX fue la zona más peligrosa de los inmigrantes de Nueva York. En la actualidad sirve como un lugar de reunión para la comunidad china, quienes se reúnen para tocar el mahjong y practicar tai chi por las mañanas.