Gustav Klimt (1862-1918) fue un pintor simbolista austríaco y uno de los más prestigiosos representantes del movimiento modernista de la Secesión vienesa.
Klimt destacó por sus lienzos y murales con un estilo muy ornamentado.
El desnudo femenino es una de sus fuentes de inspiración recurrente en sus obras que están dotadas de sensualidad.
Gracias a su talento, a los catorce años de edad recibió una beca para estudiar en la Kunstgewerbeschule, Escuela de Artes y Oficios de Viena, donde se formaría hasta 1883 como pintor y decorador de interiores.
Fue fanático del pintor de moda Hans Makart y no dudó en someterse gustoso a los dictados de una educación artística clasicista.
Comenzó su carrera individual como pintor de interiores en grandes edificios públicos.
En 1888, Gustav Klimt recibió la Orden de Oro al Mérito de manos del Emperador Francisco José I de Austria por su trabajo en los murales de Burhteater de Viena.
Se convirtió en uno de los fundadores de la Weiner Sezession, un grupo de artistas que tenía como objetivos promover a los artistas jóvenes, exhibir sus obras producidas en el extranjero y publicar una revista sobre las principales pinturas realizadas por los miembros.
En 1894 creó tres trabajos para decorar el techo del Aula Magna de la Universidad de Viena: Filosofía, Medicina y Jurisprudencia, fueron muy criticadas por lo radical de su enfoque e incluso fueron catalogadas como pornográficas.
Su etapa dorada la marcó un progresivo acercamiento de la crítica y un gran éxito comercial. En muchas de sus pinturas de esa época incorporó pan de oro a la obra.
Klimt también realizó retratos de damas de la alta sociedad vienesa, regularmente ataviadas con pieles.
Elementos ornamentales de vivos colores y decorados en dorados abundan en la obra del austriaco.