Si eres fan de acampar cerca de la naturaleza, pero con mucho estilo, entonces el glamping es lo tuyo.
La experiencia sensorial del glamping es ideal para quienes buscan disfrutar del lujo de los mejores hoteles, rodeados de ambientes surrealistas llenos de libertad.
Y es que en la actualidad ya no está peleado acampar con la necesidad de renunciar a todas las comodidades que te ofrecen los mejores alojamientos del mundo.
Aunque el término glamping (glamour y camping) se acuñó a finales del siglo XIX, esta actividad se remonta a reinos de siglos atrás, cuando los líderes de las más poderosas tierras viajaban en busca de nuevas conquistas.
La tienda del rey era transportada en animales de carga hacia su destino y contaba con todas las comodidades y atractivos del palacio mismo.
Incluso los otomanos, alrededor del año 200 a.C. ya utilizaban tiendas de campaña para sus ceremonias culturales.
En China también fueron muy usadas esas tiendas de campaña, incluso hay pinturas del siglo XI que capturaron a la emperatriz Song dando a luz en una tienda-palacio.
El glamping más parecido al de la actualidad empezó a tomar forma entre el siglo XIX y el XX en las primeras expediciones de americanos y europeos por África. Acostumbrados al lujo y al contacto cercano con la naturaleza comenzaron montando tiendas de safari con camas enormes, lujosas sábanas, alfombras persas, mobiliario y gente atendiéndolos.
En la actualidad, el factor principal del glampling es la originalidad. Existen diversos tipos de tiendas en las que los viajeros pueden hospedarse.
Cabañas de material orgánico, tiendas de lona, yurtas, casas en árboles, pabellones, iglúes, entre otros, alojan a los exigentes turistas.
La gran ventaja de este tipo de turismo es que tiene gran consideración por el impacto medioambiental, así que figura como una alternativa ecológica.
África, América, la Antártida, Asia, Australia, Oceanía y Europa ofrecen interesantes propuestas de glamping.