Célebre por la perfección y gracia de sus artes visuales, Raffaello Sanzio, mejor conocido como Rafael, es sin duda alguna uno de los más grandes pintores y arquitectos del Renacimiento.
Dio vida a una escuela que hizo el arte “a su manera” llamada manierismo y hoy, a 500 años de su muerte, te contamos algunos datos curiosos sobre este gran personaje.
Nació un viernes santo y murió en la misma festividad.
Recibió sus primeras clases de pintura de su padre, Giovanni Santi, quien fue pintor de la corte del duque de Urbino Federico da Montefeltro.
Con él aprendió a mezclar los pigmentos, preparar los lienzos y los conceptos básicos de las técnicas artísticas.
Cuando apenas tenía ocho años, su madre murió y tan solo tres años después, cuando tenía 11, su padre también perdió la vida.
Su primera obra maestra firmada fue Los desposorios de la Virgen (1504).
Para 1508, fue llamado por el Papa Julio II a Roma, momento crucial para su carrera, ya que le fue encomendada la decoración al fresco de las habitaciones del Vaticano.
La Escuela de Atenas es considerada una de sus obras cumbre.
En 1517 recibió su primer proyecto arquitectónico: el diseño de la capilla Sant’Eligio degli Orefici, en Roma.
“La Fornarina”
Aunque se dice que Rafael tuvo muchos amoríos, su único amor o quizá el más trascendental fue Martherita Lutti, también conocida como “La Fornarina”, personaje que en diversas ocasiones aparece en la obra del artista y que era conocida en el pueblo por ser la hija del panadero.
No se sabe con certeza la causa de su muerte, según la biografía de Vasari, fue debido a una noche excesiva de sexo.
Su agonía duró quince días, en los que recibió la extremaunción y puso en orden sus cosas.
A su funeral acudió una gran multitud y fue enterrado como él mismo lo pidió en El Panteón de Roma.
El cardenal y humanista Pietro Bembo compuso el epitafio que fue grabado en su tumba y que dice: “Aquí yace Rafael, por el que en vida temió ser vencida la naturaleza, y al morir él, temió morir ella”.
Muchos de sus retratos, que aún se encuentran en buenas condiciones, muestran la brillante técnica de ejecución que Rafael alcanzó al final de su vida.
¿Sabías que?
Se cree que Rafael y Miguel Ángel no se llevaban bien y se decía que eran rivales. Incluso Buonarroti lo acusó de plagio y años antes de la muerte de Rafael se quejaba en una carta diciendo: “todo lo que sabe de arte lo ha aprendido de mí”.