Estos artistas japoneses sucumben a sus emociones e impulsos imaginarios y dejan que el surrealismo exprese lo que sienten a través de sus distintas disciplinas:
Haruki Murakami
Las historias de este escritor japonés fluctúan entre el mundo real y el onírico.
Murakami indudablemente se deja llevar por su lado surrealista para trasladar al lector a viajes imposibles, en tiempos inusuales y con personajes con los que, en muchas ocasiones, no hablaríamos en la vida real.
La soledad, la alineación y un humor algo satírico salpican los textos de Murakami, quien ha sido multipremiado.
En Japón, su ficción ha sido tachada de literatura pop, pero realmente refleja de una manera humorística y surreal la soledad y el deseo de amor que la sociedad siente alrededor del mundo.
Raymond Carver, F. Scott Fitzgerarld y John Irving han sido gran influencia para el japonés.
Yoshitoshi Kanemaki
Este escultor ha centrado su trabajo en el modelo de madera tradicional japonés, que consiste en tallar una figura de madera sobre el tronco de un árbol.
Yoshitoshi se inspira en la vida misma como ser humano para crear sus obras y busca estimular al espectador sobre la relevancia de estar vivo.
El artista también toma ideas de lo cotidiano, la muerte, el juego de un niño, cualquier actividad que genere emociones y sentimientos, para después poder plasmarlo en sus esculturas.
Hitoshi Matsumoto
Es uno de los comediantes y presentadores de televisión más populares de Japón.
El también cineasta de culto lanzó en 2009 la película Symbol, misma que también protagonizó.
En el filme, la fantasía cómica surrealista de Hitoshi sale a flote y entre dos historias que se desenvuelven a la par, los colores, la estética y los objetos, descubren a un artista que sabe jugar con su lado imaginario.