El diseñador Luke Edward Hall se inspiró en la burguesía bohemia a la hora decorar el Hotel Les Deux Gares, ubicado en el distrito X de París.
Este hotel, que anteriormente era un antiguo edificio burgués en total abandonó, volvió a cobrar vida en las manos del joven artista británico.
Inspirado totalmente en la estética de la filmografía de los años 60 y 70, los interiores de este complejo de lujo trasladan a sus huéspedes a una atmósfera llena de nostalgia y exclusividad.
La imponente puerta de hierro diseñada por Luke Edward Hall recibe a los visitantes que al entrar son sorprendidos por sus interiores en los que destacan sus paredes verde guisante y sus muebles con estampado de leopardo.
El complejo turístico de cinco pisos había permanecido vacío durante varios años hasta que llegó el artista británico a proponer su estética “antimoderna”.
Hall se inspira en libros y revistas antiguos a la hora de diseñar y busca con sus propuestas crear sitios elegantes que transportan a otras épocas.
El piso de chevron en blanco y negro atraviesa por todas partes del lugar.
Hall buscaba con este lugar, que todo aquel que entrara se sintiera alegre y en un espacio acogedor y vivo, clásico pero un poco loco al mismo tiempo.
Los cuarenta dormitorios del lugar están pintados en azul cielo, violeta y verde oliva. Cada habitación cuenta con alfombras geométricas, una cabecera a rayas de caramelo y un sillón puff color amarillo canario, todos creación de Hall.
El diseñador también se encargó de personalizar las lámparas de lectura que reposan sobre las mesitas de noche que con garabatos esquemáticos de copas de martini, la Torre Eiffel y diversas palabras en francés le dan un toque muy chic a los cuartos.
Una sorpresa grande se llevarán los amantes del deporte, ya que al entrar al gimnasio, se toparán con suelos de tablero de ajedrez en rojo y blanco y papel tapiz floral de la marca sueca Svenskt Tenn.
Con el fin de que este lugar pareciera un restaurante parisino tradicional, el espacio está terminado con banquetas con asientos a rayas y sillas de bistro de madera de Thonet.
En las paredes lucen carteles de exposiciones antiguas en un guiño al hecho de que los cafés de la ciudad alguna vez fueron lugares de intercambio social y cultural.
El techo de carey pintado por la artista local Pauline Leyravaud es la cereza en el pastel de este lugar.
Este recinto es el primer proyecto de interiores a gran escala de Luke Edward Hall, quien cuenta con su estudio de diseño que lleva su nombre y que fue fundado en 2015.