El dibujante francés Jean Giraud, mejor conocido como Moebius, es mundialmente conocido por haber creado oscuros mundos de fantasía que ejercieron una profunda influencia en varias novelas gráficas y películas como Tron y Alien.
En el mundo de los cómics, su legado es bien conocido ya que ayudó a dar forma al ilimitado (y hasta entonces) desconocido paisaje interior de los seres humanos.
En Francia, donde la línea entre el arte popular y el de culto a menudo se difumina, fue una fuente de orgullo nacional.
Su reputación como gurú de los cómics se estableció en 1963 con El Teniente Blueberry, una historia que se desarrolla en el lejano Oeste sobre un teniente fugitivo del Ejército de la Unión que huye de la ley.
Algo muy interesante es que Giraud se inspiró en el viejo oeste americano, que conocía principalmente de las películas, para crear dicho mundo alternativo.
Sus dibujos transmitían tanto los detalles naturales más ínfimos como la sensación de un extraño de la amenaza que acecha en las vastas tierras baldías, una combinación que más tarde también definiría su trabajo de ciencia ficción.
En total, Jean Giraud dibujó 28 volúmenes de El Teniente Blueberry, el último en 2005. La gran mayoría fueron publicados publicados en inglés en los Estados Unidos.
A mediados de la década de 1970, este extraordinario artista trabajó para la revista de historietas francesa Pilote y ayudó a iniciar Métal Hurlant, una revista mensual de historietas que fue publicada en los Estados Unidos como Heavy Metal.
El grupo de artistas que Giraud dirigió en aquella época produjo una gran cantidad de historias de libros que combinaban la ciencia ficción, el terror y el erotismo.
Sus cuentos más conocidos fueron aquellos sobre el personaje Arzach, verdaderas obras maestras que traspasaban los límites del cómic clásico y sumergían a los lectores a universos inexplorados.
En esta historia un guerrero se eleva sobre el terreno desolado de un mundo distante en la espalda de una criatura parecida a un pterodáctilo y finalmente solicita la ayuda de un artista gráfico desilusionado de la Tierra para que ambos lucharan contra un enemigo que comparten.
A partir de los años setenta, Moebius finalmente comienza a interesarse por el mundo del cine.
Primero participó -junto a Alexander Jodorowski- en un intento frustrado de llevar a Dune a la pantalla.
Aunque la película nunca se terminó, su reputación de traducir visiones distópicas en imágenes artísticas llevó al director Ridley Scott a contratarlo para dibujar los diseños preliminares de su película de 1979, Alien.
Posteriormente colaboró en Tron (1982), de Steve Lisberger; Le Maitre de Temps (1982), de Rene Leloux; Willow (1988), de Ron Howard, y Abyss (1989), de James Cameron.