¿Has observado detenidamente las esculturas talladas en madera en las que se aprecian distintos animales? Entonces conoces del arte y espiritualidad que conviven en los tótems.
La palabra proviene de la lengua ojibwa, originaria de América del Norte (Estados Unidos y Canadá) y significa pueblo.
Aunque dichos objetos no solo se rastrean en aquel sitio, también se encuentran en puntos de África, Asia y Australia.
Son columnas trabajadas cuidadosamente, generalmente en cedro, que representan algunas especies vinculadas con lo sagrado y a la vez con el origen de la tribu.
A dichos seres se les atribuye tener el poder de proteger sobrenaturalmente a los integrantes de la comunidad, con frecuencia vemos dos o tres, aunque pueden ser más.
Hay estudios que señalan que la parte inferior es el inconsciente, la parte media es la mente y la parte superior, la divinidad que habita en cada individuo.
Lo cierto es que son auténticas obras de arte con un diseño y belleza excepcionales.
Son pintados a mano, entre los colores principales destacan el rojo que se relaciona con la vida, el negro de defensa, azul abundancia y el blanco que se encamina a la paz.
Poderes relacionados con los tótems
Los tótems poseen cualidades relacionadas con la magia y también tienen que ver con el sexo, posición social o familia, ya sea de la persona o grupo.
De igual forma se involucra la religiosidad en tanto se habla de un culto ya sea a animales o plantas.
Entre las figuras más comunes se encuentran el oso, halcón, pez, búfalo, bisonte, etcétera, considerados relevantes por sus virtudes.
Cuando hay un ser alado se refiere a todo aquello que está en un plano distinto al terrenal.
Distintas culturas ancestrales lo utilizaban como emblema y es un elemento de alta importancia en el entorno.
Simboliza el vínculo sagrado que se establece entre el ser humano y la naturaleza, la conexión indisoluble entre ambos.
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