Las creaciones de Stik, un reconocido artista urbano británico, son fáciles de identificar por la técnica que emplea y los temas que aborda, que usualmente son problemáticas sociales.
Poco se sabe de la vida de este artista de 42 años, pero lo que ha dado a conocer explica muchas de las decisiones que ha tomado en su carrera profesional.
Sus personajes están conformados por ocho elementos: un círculo como cabeza, un rectángulo como cuerpo, dos pares de lineas para las extremidades y dos puntos para los ojos. Pese a que esto suena y parece algo sumamente sencillo, a Stik le tomó tiempo perfeccionar lo anterior.
Seguramente debes de estar pensando que algo así no puede ser tan complicado de hacer, pero en realidad esto no se dio por azar del destino sino que tomó como referencia a los kanji, caracteres caligráficos japoneses.
Stik vivió en Japón durante casi un año cuando era un adolescente y fue justo ahí donde aprendió dicho estilo de dibujo, el cual está estrechamente relacionado con la escritura como una forma abreviada de transmitir emociones.
Por lo tanto, algo que parece técnicamente sencillo y que cualquiera podría hacer, es algo totalmente planeado y sustentado.
En cuanto a su enorme pasión por el arte urbano solo diremos que es uno de esos artistas comprometidos a dar lo mejor de sí mismo debido a que vivió en carne propia lo que puede impactar en una persona el tener un motivo para salir adelante siempre y cuando cuente con el apoyo de su comunidad.
El artista vivió en las calles de Londres por un periodo de tiempo, hecho que lo marcó y dio rumbo debido a que en el arte urbano encontró la forma ideal de retribuir un poco a quien le ayudó a encaminar su vida.
Stik jamás interviene una pared, aunque cuente con permiso de la autoridad, sin hablar primero con la gente de la comunidad donde esté dicho espacio, debido a que al final serán ellos quienes la disfruten e integren a sus vidas de una u otra forma.
Y precisamente por esto es que Stik es uno de los artistas más apreciados y reconocidos en Londres. Para muestra un botón: en 2014 pintó el mural Little Big Mother en un edificio de interés social que fue demolido por la gentrificación.
En dicho obra, que ha sido el mural más grande de Londres con 38 metros de largo, Stik plasmó a una madre cargando a su hijo, ella observando el horizonte sin saber qué sería de ellos y el pequeño con la mirada puesta en unos departamentos de lujo que estaban justo frente a ellos y a los cuales jamás podrían tener acceso.
Esta pieza, hecha por Stik sin ayuda de nadie más, le tomó alrededor de 9 meses acabarla y la hizo con un propósito: dar esperanza a quien más la necesitaba en aquel momento.
No todas las obras de Stik son tan monumentales en cuanto a tamaño, pero sí igual de importantes en lo que buscan transmitir y es precisamente por eso que actualmente es uno de los artistas urbanos favoritos.