De padres armenios, Sarkis Zabunyan es un artista turco dedicado al arte conceptual con amplio reconocimiento internacional y ha consolidado su carrera a lo largo de más de seis décadas.
El primer contacto de Zabunyan con el arte fue a través de la reconocida obra del pintor y grabador noruego Edvard Munch: El grito.
Dicha pintura, reproducida por un periódico local, le causó tal impacto al artista que su vida se ha volcado a descubrir su potencial artístico.
Su obra abarca un amplio espectro de temas que exploran la dualidad de la presencia y la ausencia mediante la utilización de películas, pinturas, dibujos, textos y fotografías.
Egresado de la escuela secundaria francesa St. Michel y de la Academia de Bellas Artes de Estambul (ahora Universidad de Bellas Artes Mimar Sinan) en la carrera de arquitectura, Sarkis ha tomado como fuente de inspiración inagotable la capital francesa.
A lo largo de su trayectoria también ha profundizado en le compleja relación entre el cine y el arte contemporáneo; así como los temas de guerra y violencia, por los que acuñó el término Kriegsschatz: trofeo de guerra.
“Los objetos descubiertos y confiscados mediante el uso de la violencia se convierten en trofeos y marcas de poder. Como concepto, la Kriegsschatz está vinculada a la historia de las civilizaciones y la humanidad. Su obra pertenece a la diáspora universal, ubicada entre el acuerdo de olvidar y el deber de recordar”, afirma la prensa especializada sobre esta vertiente en la trayectoria de Sarkis.
En cuanto a la instalación, el artista ha desarrollado un legado considerable desde la década de 1960 a partir del uso de espejo, vidrieras y luces de neón.
Por medio de ella explora las ideas de diálogo y transformación; el pasado y el presente; el tiempo y el espacio. Actualmente Sarkis vive y trabaja en París.