Como fotógrafo, Pelle Cass no sólo congela el tiempo en un encuadre: también viaja al futuro, le roba las escenas que se llevarán a cabo después de obturar la primera exposición con la cámara y las pone juntas en una misma instantánea. Es como hacer un timelapse fijo. Algo muy raro, pero de resultado inquietantemente interesante.
Se dedica a tomar series de fotografías en un mismo lugar gracias a un plano fijo, para después componer una escena donde todos o varios de los personajes que iban apareciendo en cada imagen se congregan en una sola toma.
La técnica de este fotógrafo para crear imágenes impactantes deja a un lado el formato de video y, desde la foto fija, recrea el futuro.
Pone especial atención a cada detalle de la producción: desde la elección del lugar donde sitúa el trípode con la cámara hasta la edición posterior por computadora.
Realmente parte de fotografías para crear una sola imagen en lo que vendría a parecer un esquizofrénico espejo del metaverso. Y lo acentúa que muchas de sus instantáneas son tomadas en la ciudad de Nueva York, donde la estampa que normalmente se nos representa en la mente es la de un lugar atestado de gente.
Aunque Selected People es su trabajo más conocido, en su portafolio podemos encontrar otras series donde también juega con el diseño para crear imágenes irreales.
En Strangers, por ejemplo, estudia los gestos de la fisionomía humana llegando a la creación de unos rostros que nos resultan extraños. Con Pins va a un paso más allá con la desfragmentación, y en Color People se apropia de imágenes de internet para componer resultados a través del color.
Se aprecia que en todas sus series publicadas en internet incluye un texto introductorio donde explica cómo llega a esas imágenes y cuál es su intención para crearlas. Algo que puede verse en trabajos como Poems, su serie más poética y estéticamente más bella de todas sus propuestas.
En los últimos años, Pelle ha estado trabajando para una serie en curso, Crowded Fields, componiendo imágenes que muestran la repetición de una competencia de clavados, un juego de hockey o un partido de tenis promedio hasta que llenan su marco con frenesí.
Y aunque Pelle sigue usando esta técnica en otras situaciones (un parque o una acera, por ejemplo), es en los deportes donde su trabajo se siente más discordante para el espectador, cambiando lo que crees que sabes sobre la fotografía deportiva. También es una situación en la que la mayoría de los parámetros que necesitaría Pelle ya están configurados.
Los jugadores se mueven por un espacio definido, siempre hay una posición perfecta para colocar su cámara y, lo más importante, puede acurrucarse entre la multitud y volverse invisible.
Pelle no utiliza el Photoshop para crear estas multiplicadas imágenes de timelapse fijo, es un experto en la composición, la superposición de encuadres y las herramientas de enlace.
Tan simple como suena, la técnica de Pelle no está exenta de dificultades, pero suena como una búsqueda creativa sádicamente satisfactoria, ya que toma 40 horas para una composición típica.
Teniendo en cuenta que el proyecto ha estado funcionando durante algunos años y continuará, Pelle espera que el público vea el tiempo de una manera nueva después de pasar un rato con sus fotografías.
Mediante la comunicación de “una sensación de caos, catástrofe, orden y éxtasis”, el trabajo del fotógrafo tampoco se diferencia demasiado del recuerdo.