Marilyn Minter es toda una institución en el mundo del arte gracias que cuenta con un extraordinario ojo crítico sobre el poder del deseo y todo lo que este representa.
A través de las fotografías que captura explora complejas emociones las cuales en ocasiones resultan totalmente contradictorias en torno a la belleza y al cuerpo femenino.
Pocos artistas cuestionan como Minter lo ha hecho a través de más de cinco décadas de trabajo, la comercialización del sexo y del cuerpo por parte de la industria de la moda.
La trayectoria de Marilyn Minter, quien actualmente es considerada como un icono feminista, ha sufrido fuertes embates, como en la década de los 90 ya que su trabajo fue fuertemente criticado y hasta catalogado como pornográfico por romper paradigmas.
El trabajo de esta extraordinaria artista puede parecer fácil como espejo que refleja la actual obsesión con el estilo de vida del lujo y la joyería ostentosa, pero en realidad es una cruda y durísima crítica a la forma en la que nos relacionamos con la belleza.
Minter pone al descubierto (y cuestiona como nadie más) normas culturales que resultan ridículas y que frecuentemente damos por hechas.
La obra de Marilyn Minter no solo resulta visualmente atractiva sino necesaria en un mundo donde la mujer y la belleza merecen ser redignificadas.