El trabajo de la fotógrafa Deana Lawson, de 41 años, quien utiliza el cuerpo y los entornos domésticos para explorar temas de familia, identidad y comunidad negra, actualmente se exhibe en el Museo Guggenheim de Nueva York.
Lawson se convirtió en 2020 en la primera fotógrafa en recibir el Premio Hugo Boss del Guggenheim, por lo que su trabajo permanecerá montado en el recinto hasta octubre de este año.
El trabajo de la fotógrafa se caracteriza por contar con una asombrosa intimidad y un revelador aspecto que, de alguna forma, hace sentir al espectador como si entrara en un momento privado con simplemente mirar las imágenes.
Dicho efecto persiste en todos los escenarios que captura a través de su lente: una mujer desnuda en su cama, un hombre recostado contra una pared color crema, parejas abrazándose afuera, etc.
La pasión de Deana Lawson por la fotografía comenzó en su propio hogar ya que vio a su alrededor infinidad de retratos familiares, los cuales cautivaron por completo su atención ya que sabía que detrás de cada una de estas imágenes había un gran número de historias.
Por lo tanto, la artista decidió que precisamente eso era a lo que quería dedicarse: a narrar historias a través de grandiosas imágenes, así que no dudo en tomar su cámara y tomar los primeros retratos familiares.
A través de las fotografías que toma, Deana Lawson se asegura de que los recuerdos, texturas e historias de un momento determinado lleguen al futuro.
Cuando uno ve las imágenes de esta joven artista es como si uno realizara un viaje en el tiempo, pues cuentan con un toque de añoranza semejante al de los álbumes familiares pero con una visión más amplia pues contextualiza momentos claves de nuestra historia.
Así, el estilo visual de Deana Lawson se ha convertido en sinónimo de encontrar glamur en lo cotidiano, lo que la ha convertido en una de las fotógrafas imperdibles de nuestra actualidad.