El museo de arte contemporáneo Kunsthal Rotterdam presenta una muestra que invita al público a reinterpretar el reino animal con la exposición We are animals.
Planeada para presentarse del 5 de febrero al 23 de mayo de 2021, We are animals reúne la obra de más de treinta artistas contemporáneos dedicados a representar nuevas nociones de los seres vivos y su relación con los seres humanos.
Con esculturas de osos polares emplumados, instalaciones de lobos salvajes, pinturas monumentales de felinos, e imágenes de animales en zoológicos, la selección de obras también plantea una lectura de las especies como espejo de la sociedad.
“We Are Animals explora diferentes facetas dentro de la relación entre humanos y animales. Las obras muestran perspectivas claras sobre la manipulación humana de otras especies animales. Además, expresan la admiración y celebración de los animales como criaturas maravillosas, en las que nos reconocemos tanto”, señala la curaduría del museo.
En colaboración con ARKEN Museum of Modern Art de Dinamarca, la exposición plantea nuevas formas de contar historias humanas a través de personajes del reino animal, como los mitos, los cuentos y las fábulas.
De los artistas invitados destacan Mauricio Cattelan, John Baldessari y Candida Höfer, quienes han incorporado a su discurso creativo las ventajas y desventajas de dotar a los animales fantásticos una mayor importancia que a las criaturas reales y su entorno.
En el caso del artista neoconceptual italiano, Mauricio Cattelan, quien se caracteriza por un trabajo mordaz que combina estética y crítica del poder –como sus esculturas de Hitler arrodillado, dos policías de tamaño natural, o el Papa Juan Pablo II derribado por una piedra–, ha representado a los animales como una manera de atraer al público y repelerlo al mismo tiempo.
Con esa característica disruptiva a finales de 2019 causó revuelo por pegar un plátano a una pared con cinta de aislar, pero a mediados de ese mismo año ya se había hecho notar por una instalación de 200 aves de taxidermia colocada en el palacio de Blenheim en Woodstock.
De igual forma, en 2011 llamó la atención por la escultura de un caballo hiperrealista en la gala internacional del Museo Guggenheim, y por Novecento, otro caballo de taxidermia que colgó en el techo del Blenheim hace tres años.
Por su parte, John Baldessari, conocido como “el abuelo del arte conceptual”, fue un artista estadounidense maestro del pop art, y representante de la irreverencia y el humor.
Baldessari sobresalió por combinar imágenes con texto e ilustraciones; de este modo incorporó a los animales en sus creaciones como una forma de retratar otro lado de la cotidianidad.
Al igual que los otros artistas, la fotógrafa alemana Candida Höfer dedicó una variante a los animales en su trabajo, luego de prescindir de los humanos para centrarse en fotografiar espacios arquitectónicos y edificios de uso público.
Fue así que encontró en los lugares destinados al confinamiento de animales un nuevo tema a retratar, al ser lugares que fallan en su esfuerzo por ser un refugio habitable.
De su serie sobre Jardines Zoológicos la artista se basa en la reducción al absurdo para criticar la existencia de este tipo de instalaciones de uso público.