Hace cinco años, Emmanuel Perrotin, también conocido como El niño prodigio del mundo del arte, abrió su tercera galería internacional en el Upper Esat Side de Manhattan, justo en medio de los elegantes Museo Whitney y la Colección Frick.
Para la inauguración de dicho espacio, que solía alojar al Bank of New York, Perrotin eligió el trabajo “anarquista” de la artista multimedia italiana Paola Pivi (1971).
Pivi, trabajó con un taxidermista para crear, en esa ocasión, ocho esculturas de osos polares cubiertos de plumas color neón para la serie titulada: Ok, you are better than me, so what?.
Paola Pivi a menudo trabaja con objetos comúnmente identificables que se modifican para introducir una nueva escala, material o color, con lo que desafía a la audiencia a cambiar sus perspectivas.
Los animales suelen ser protagonistas en el mundo de Pivi, de quienes retoma algunas características y les inculca gestos y cualidades humanas.
En el arte de Pivi, los osos polares practican yoga, cuelgan de trapecios y se relacionan entre sí. De este modo, sus creaciones desafían los límites de lo posible, y así también las cebras se divierten en el Ártico mientras los peces de colores vuelan en aviones.
La artista, actual residente de Anchorage, Alaska, ha expuesto de manera individual en numerosos recintos, destacan el Arken Museum de Dinamarca, The Bass Museum Miami Beach de Estados Unidos, La Rinascente de Italia, el Museo de Arte de Rockbund de China, entre otros.