Jacopo Comin, mejor conocido como Tintoretto (1518-1594), fue uno de los grandes pintores de la escuela veneciana y representante del estilo manierista.
Por su gran energía a la hora de pintar fue apodado II Furioso.
Su dramático uso de la perspectiva y los especiales efectos de luz lo convirtieron en un precursor del arte barroco.
Entre sus obras más importantes destaca una serie de pinturas sobre la vida de Jesús y María en la Scuola Grande di San Rocco, en Venecia.

El estilo de Tintoretto era innovador y espectacular y mostraba un fervor especial por las obras colosales.
La extravagancia, radicalidad y modernidad caracterizaron el arte del veneciano.
Su primera etapa artística lo llevó a producir unas 14 pinturas de techo octagonal con temas mitológicos que exhiben un destacable refinamiento en perspectiva y gran claridad narrativa.
De la mano de Andrea Meldolla, realizó la decoración del Palacio Zen con frescos. En la actualidad, solo algunos de sus grabados sobreviven.
Sus habilidades como dibujante lo llevaron a poseer una gran fluidez narrativa que se traducía en pinceladas enérgicas e inspiración fantasiosa.