Soledad Sevilla es una pintora española que se caracteriza por intervenir grandes espacios con formas geométricas, luz, tiempo y color.
Con tan solo once años, la pequeña Soledad copió la cabeza del Cristo de Velázquez. Cuando se la mostró a su mamá, sin duda consideró que su hija debía estudiar bellas artes. A los 16 años entró a la escuela de artes en Valencia.
Sus estudios profesionales los llevó a cabo en la Real Academia Catalana de Bellas Artes de San Jorge, en Barcelona. Desde entonces ha incursionado en la instalación con diseños geométricos y la luz y otros elementos que ha ido explorando.
La autora valenciana desarrolló la corriente de la “abstracción racional”, la cual reúne diferentes formatos y técnicas de artistas como Richard Aldrich, José Loureiro, Nico Munuera y Juan Uslé.
En su trayectoria de más de 40 años, ha combinado la pintura sobre soporte plano con instalaciones tridimensionales. Con las formas geométricas como base ha buscado y explorado experiencias sensoriales y orgánicas. Sus investigaciones se basan en conceptos emocionales y poéticos.
Sus series más conocidas son “La Alhambra” y “Las Meninas”. Ha expuesto en varias ciudades de España, así como en Nueva York, Japón, Alemania, Italia, México y Belgrado.
En cuanto al papel de la mujer en el arte, Sevilla coincide con otras artistas: aún es un campo copado por los hombres quienes aún venden más que las mujeres por ser hombres. Las artistas como ella, además de su trabajo profesional, atienden su casa e hijos.
Este 2020 se ha hecho acreedora al Premio Velázquez de Artes Plásticas dotado con 100 mil euros (más de dos millones de pesos mexicanos) y que concede el Ministerio de Cultura de España.
En 1993 ganó el Nacional de Artes Plásticas, en 2007 la Medalla de Oro de Bellas Artes y en 2014 el Premio Arte y Mecenazgo en la categoría de mejor artista, un galardón que, además, reconoce la labor de galeristas y coleccionistas.
En octubre de este año fue distinguida con un doctorado honoris causa de la Unidad de Granada.