El éxito de Martin Scorsese como director de cine radica, por extraño que suene, en su gran habilidad para dibujar, pues esto le permite crear extraordinarios storyboards (guiones gráficos) para las películas que lleva a cabo.
Algo que tal vez no sabías, pero que resulta sumamente interesante de su proceso creativo, es que a lo largo de su carrera, Scorsese ha elaborado cuidadosamente los guiones gráficos de todos sus filmes.
Con su falta de estilo urgente y trazos bastantes primitivos (y sencillos), estos guiones gráficos, sin problema alguno, logran ampliar la definición de lo que es arte.
La importancia de los dibujos que Martin Scorsese traza antes de filmar radica en que muestran su comprensión innata de lo que es filmar y su extraordinario talento para encuadrar tomas y construir secuencias, algo que muy pocas personas tienen.
Parte del guión gráfico que Martin Scorsese llevó a cabo para el filme Raging Bull. Fuente: David Navas Blog
Resulta interesante que Martin Scorsese haya calificado al storyboard como el proceso cinematográfico más importante y que precisamente por ello haya creado totalmente a mano los de todas sus películas, sin ayuda alguna.
De hecho el guión gráfico de Taxi Driver, una de sus películas más galardonadas, destaca del resto debido a la gran belleza y funcionalidad con la que cuenta, pues fue un elemento crucial para que Michael Chapman, director de fotografía de dicha película, pudiera rodar las escenas como Scorsese esperaba.
Algo a destacar en estos guiones gráficos es que el escritor Paul Schrader suele poner las palabras de tal forma que casi instantáneamente crearon reacciones en Martin Scorsese.
El proceso de visualizar (y dibujar) una escena de este genio consiste en esbozar las imágenes como dibujos a lápiz, a veces elaborados, pero la mayoría de las veces como figuras de palitos.
No importaba si un dibujo terminaba en la película o no; lo importante para el proceso de visualizar una escena era la interpretación de dichas imágenes.
Para Martin Scorsese el dibujar se remonta a su infancia y él describe dicha actividad como una forma de visualizar que es alegre y maravillosa, lo que le hace querer trasladar ese placer al cine.
Sus storyboards siempre fueron una sólida base con la que podía acercarse al equipo y decirle a la gente lo que quería. Básicamente sus dibujos funcionaban como traductores de lo que por su mente se presentaba.
Al inicio de su exitosa carrera, los guiones gráficos de Scorsese resultaban esenciales para la realización de sus películas de bajo presupuesto, pues eran una forma económica de obtener ciertas tomas.
Al evaluar el progreso de un día durante la producción y comparar los guiones gráficos con la lista de tomas ayudó, en innumerables ocasiones, a Scorsese a decidir si debía combinar escenas, alargarlas o hasta eliminarlas.
Por lo tanto, los guiones gráficos de Martin Scorsese pueden ser considerados como verdaderas joyas de arte que valen toda la pena del mundo estudiar.