El 30 de marzo de 1859 nació Martín Ramírez, pintor mexicano considerado uno de los maestros autodidactas más notables del siglo XX.
Originario de Tepatitlán de Morelos, Jalisco, emigró a Estados Unidos en 1925, donde fue ferroviario.
Sin embargo, fue detenido tras la Gran Depresión, debido a su estado de confusión y su incapacidad de comunicarse.
Los últimos 33 años de su vida, Martín Ramírez los pasó recluido en un hospital de enfermos mentales, con diagnóstico de depresión maníaca y esquizofrenia catatónica incurable.
Pero fue ahí donde se interesó por el arte, de la mano del doctor Tarmo Pasto, profesor de Psicología y Arte.
Desde entonces, vivió y creó apartado del mundo y aislado de cualquier corriente o información artística.
Su producción pictórica se basó en estructuras lineales flexibles, así como elementos narrativos y autobiográficos que dieron sentido a su mundo interior y exterior en crisis.
Además, Martín Ramírez sorprendió por trabajar con materiales pictóricos que él mismo fabricó.
Con una iconografía singular, aludió la extrañeza entre el origen de un México rural e indígena y el destino de Estados Unidos en pleno desarrollo industrial.
En 1948 abandonó California y fue trasladado a otro hospital, donde continuó con sus creaciones hasta su muerte en 1963.
Se conservan al menos 450 dibujos del mexicano, considerado también representante del arte marginal.