El trabajo escultórico de Ronit Baranga resulta hipnótico, por decir lo menos, debido al gran impacto que suele tener en los espectadores.
La mayoría de las esculturas que esta artista israelí crea se basan en el contraste y la dualidad en el significado, lo inesperado y la experiencia del espectador.
Debido a esto, Baranga utiliza la metáfora del cuerpo para transferir gestos humanos y emociones inquietantes pero poderosamente expresivas a objetos cotidianos que pierden su funcionalidad para volverse, hasta cierto punto, en seres vivos listos para interactuar entre sí y decidir su propio camino.
La metamorfosis en la que se centra Ronit busca eliminar a toda costa la sensación de utilidad y esto se puede observar a menudo en el caso específico de sus esculturas de vajillas, donde las tazas y los platos no pueden cumplir su propósito inicial debido a que ya cuentan con voluntad, necesidades y deseos propios.
La boca y las manos -y para ser más específicos los dedos- juegan un papel crucial en la obra de Ronit Baranga como símbolo de la frágil frontera entre la existencia externa y el mundo interior, como conector -la entrada y, al mismo tiempo, la salida- además de como un medio de comunicación entre ambos.
Las esculturas de esta extraordinaria artista israelí suelen transmitir sentimientos encontrados, pues el espectador experimenta cierta atracción hacia la sensualidad que emana cada pieza, per también rechazo ante la rareza que los caracteriza. Básicamente es una artista que trabaja con una inquietante contradicción por raro que suene esto.
Resulta sumamente interesante que rara vez vemos ojos en sus obras debido a que prefiere poner mayor énfasis en las bocas y los dedos.
Para este artista resulta verdaderamente importante que el público sienta sus obras y luego las piense, y finalmente haga preguntas para decir si es que le gusta (o no) lo que está proponiendo.
A medida que las esculturas de Ronit Baranga se vuelven libres para elegir cómo quieren comportarse y responder al otro, el espectador también puede interpretarlas a través de un filtro personal, así que con la obra de esta artista básicamente no hay errores ni limitaciones.