Las esculturas del artista taiwanés Hsu Tung Han fusionan el pasado, el presente y el futuro en uno.
La interacción entre el elemento más esencial del ser humano como es el ADN y lo pixelado de las figuras presenta la tensión multidimensional entre el ser humano y la tecnología. Básicamente lo que hacen las obras de Hsu Tung Han es darnos una nueva perspectiva de las cosas.
El trabajo de este artista taiwanés es de vital importancia en términos de materialidad. Como un rompecabezas que une dos mundos, todas sus esculturas están hechas de una sola pieza de madera en proceso de pixelado.
Lo anterior resulta crucial debido a que en una sola pieza, Hsu cuestiona el tiempo, la interrupción, el trabajo manual, la naturaleza, la atracción por lo digital y al ser humano.
Estas surrealistas esculturas de madera brindan al espectador una perspectiva más amplia de la relación entre los seres humanos y sus propias creaciones.
En cuanto al proceso creativo de Hsu Tung Han este resulta sumamente ordenado, lo que le facilita concentrarse en qué temas realmente le interesa abordar.
En la primera etapa, el artista utiliza modelos de arcilla y bocetos. Luego, una vez seguro de lo que quiere dar forma, el concepto se plasma en bloques de madera como el nogal, la teca o la cera africana.
Resulta sumamente interesante como cada escultura nunca parece estar completamente terminada, aunque cada una llegue al final de un laborioso proceso.
Los más de 20 años de experiencia en tallado de madera tradicional de Hsu Tung Han permiten que su método maximice la escultura tridimensional y agregue un toque flexible y vívido.
En cada escultura, sin importar la temática que aborde, este artista plasma su intrépido espíritu y plantea preguntas a gran escala sobre la dirección de la civilización humana de una inusual y bellísima forma.