Lo que comenzó para Fabián Marcaccio como una carrera triunfante durante la década de 1990 con las técnicas de grabado y transferencia en sus pintura, hoy se ha transformado en una volcada al rescate y a la resiliencia de la pintura en la era digital, de la inmediatez y las pantallas.
Nacido en Rosario, Argentina en 1963, Marcaccio comenzó combinando los lenguajes genéricos de la pintura abstracta para construír un bricolaje de diversos enfoques culturales e históricos.
Es a través de estos canales que explora temas enigmáticos y resultados conflictivos, excesivos y contradictorios de la herencia modernista, y encuentra los medios para innovar a través de tantos años.
Desde su infancia en Rosario hasta que se instaló en la ciudad de Nueva York en 1986, Fabián siempre se ha sentido como un extranjero, y ese sentimiento, para él, se ha covertido en un paralelo de sus obras, la transculturalidad.
Enfocado en la trama de su pintura, que es la que logra el mensaje hacia el espectador, Fabián ha intentado pintar la velocidad de los pensamientos a lo largo de su carrera. De acuerdo a su entrevista con MFA Programs en 1992, explicó:
Veo mi trabajo como una pintura que va en contra de sus propios principios, veo las formas como plieges, estando ahí como cartografía mental. Lo que intento hacer es involucrar todos los elementos genéricos de la pintura, las pinceladas, las líneas, el fondo… para crear traiciones mutuas.
La pintura, para Fabián Marcaccio, es más flexible que otros medios porque puede absorber, es más parasitaria, puede extenderse en la actividad conceptual y su objetividad es más compleja que la escultura.
Y es de ahí, donde ha logrado encontrar su innovación hacia la era donde lo digital lo domina todo, y que para Marcaccio, ha condenado al arte conceptual, o bien, el fracaso de sus teorías.
La pintura, menciona el artista argentino perteneciente al movimiento del excesivismo, siempre fue más flexible, y puede lidiar con el anacronismo, historias suaves o categorías nuevas sin perder la conexión con el espectador no solo como intérprete, sino como activador, porque al final, la pintura es una herramienta.
Ultimadamente, la meta de Fabián es suspender la pintura entre una idea y la realización.
Siempre hay una doble relación en la pintura, aclara, las pinturas nunca tienen una totalidad porque hay una migración del suelo al sin fundamento en cada una de ellas, pero siempre y cuando se pueda rescatar en cada proceso la relación interdisciplinar, o sea, el cómo se podrían reconectar las cosas, la pintura como disciplina está muy lejos de su muerte.
Fabián Marcaccio ha expuesto ampliamente en Estados Unidos, Europa y Sudamérica. Sus principales exposiciones individuales incluyen Paintant Stories, en Casa Daros, Río de Janeiro; Some USA Stories, en el Krefeld Kunstmuseen de Alemania, y The Structural Canvas Paintants, en el Lehmbruk Museum de Alemania.
Dentro de sus exposiciones colectivas más importantes resaltan Summer Projects, PS1 Contemporary Art Center en Nueva York, Documenta 11 en Alemania, la 44ª Bienal de pintura estadounidense contemporánea en la Corcoran Gallery of Art de Washington DC de 1995.
Sus obras se encuentran en las colecciones del Whitney Museum of Art, MOMA, Blanton Museum of Art, Miami Museum of Art (MAM) y el Museum für Moderne Kunst (MMK), entre otros.