La exploración de nuevos tipos de relaciones, tanto en el plano amoroso y sexual como creativo, fue una constante en las vanguardias artísticas y por eso no nos debe de extrañar que varias parejas han sido conformadas por más de dos personas.
Resulta que George Platt Lynes, Glenway Wescott y Monroe Wheeler fueron tres extraordinarios artistas que trataron de explorar los límites de las relaciones humanas al mantener por varios años una relación amorosa.
George Platt Lynes siempre estuvo detrás de la lente: sus fotografías homoeróticas en blanco y negro, con una elegancia fresca, cuentan con algo de candor en sus retratos. No es de extrañar que fue uno de los inspiradores de Robert Mapplethorpe.
Monroe Wheeler, quien se desempeñó muchísimos años como director de publicaciones del MoMa de Nueva York, ya estaba en una relación con Glenway Wescott, un exitoso novelista, cuando Lynes llegó a sus vidas en la década de 1920.
Glenway Wescott, George Platt Lynes y Monroe Wheeler. Foto: Elisa Rolle Website
Su ménage à trois no estuvo exento de tensiones: Lynes reemplazó a Wescott en los afectos de Wheeler, o al menos en su cama: a menudo Wescott era el que debía dormir solo. Wescott también se sintió atraído por Lynes, pero este no fue correspondido.
Pero la historia de estos tres artistas, si es que se quiere tener todos los detalles, comenzó en 1919 cuando Monroe Wheeler conoció a Glenway Wescott, todavía adolescente y presidente del Club de Poesía de la Universidad de Chicago. Este apenas tenía 20 años y se encontraba en el apogeo de su belleza romántica.
Siempre impecablemente vestido -incluso llevaba chaqueta y corbata a la tienda-, se comportaba con tacto caballeroso y una tímida nobleza que destilaba paciencia y denotaba ascetismo. Cuando Monroe no usaba sombrero, su cabello estaba peinado hacia atrás gracia a una pomada, lo que cuentan lo hacía sencillamente irresistible.
En la Universidad de Chicago comenzó la extraordinaria relación entre dos hombres que, a pesar de su tierna edad, superaron muchos desafíos personales y sociales e, incluso, una eventual falta de interés sexual.
Basados en el intelecto, el amor y el respeto mutuo, Monnroe y Glenway crearon una vida que duró un total de 68 años juntos.
Glenway Wescott con Monroe Wheeler en 1982. Foto: Image Amplified
Estos dos hombres se embarcaron en una relación abiertamente romántica durante un tiempo en que dicha práctica estaba lejos de ser segura legalmente o aceptable socialmente. Wheeler animó a Wescott a seguir una vocación como escritor y aceptar su homosexualidad sin disculpas.
Al principio de su relación, Wheeler logró convencer a Wescott de que podían vivir con más libertad y comodidad, tanto como artistas como homosexuales, en Europa.
Tras mudarse primero a Inglaterra y luego a Francia, Wheeler y Wescott, ambos físicamente atractivos y socialmente activos, tuvieron pocos problemas para conocer y hacerse amigo de escritores y artistas como Ford Maddox Ford, Isadora Duncan y Jean Cocteau.
En 1926, unos ocho años después de iniciar su relación con Wescott, Wheeler conoció a George Platt, de tan solo 18 años. Lynes, hijo de un pastor de East Orange, Nueva Jersey, fue enviado a Francia por sus padres para que se preparara para la universidad.
Monroe Wheelerr inmediatamente se enamoró del joven. En lugar de provocar una ruptura entre Wescott y Wheeler, Lynes decidió acomodarse en su relación durante los siguientes 17 años, por lo que los tres hombres a menudo compartieron la misma casa y después de eso ellos sencillamente hablaron de lo que vivieron para normalizar el que una relación estuviera conformada por tres personas.