Paolo Grassino es un escultor italiano cuya inspiración encuentra sentido en los miedos existenciales y el lado oscuro de la vida.
El artista trabaja con caucho sintético, madera, poliestireno, cera y con materiales innovadores como el aluminio fundido o sólido.
La visión de Grassino de la sociedad moderna lo lleva a mezclar lo natural con lo artificial hasta lograr esculturas monumentales que impactan a los espectadores.
Entre sus obras, destaca una calavera realizada con cinco kilómetros de tubos negros de electricidad.