Marcus Rothkowitz (1903-1970), conocido como Mark Rothko fue un pintor y grabador estadounidense nacido en Letonia.
Su obra estaba plagada de formas biomórficas y en sus inicios se acercaba al surrealismo y expresionismo.
Entre sus influencias tempranas estaban las obras de Paul Klee y las pinturas de Georges Rouault.
Milton Avery, quien fue mentor de Rothko, fue una gran influencia y lo dotó de un vasto conocimiento de la forma y el color.
Sin embargo, a partir de 1947, Rothko desarrolló su propio estilo que lo convertiría en una de las grandes figuras del expresionismo abstracto. El estadounidense comenzaría a pintar grandes cuadros con capas finas de color.
Sus obras, normalmente de grandes dimensiones y agrupadas en serie, consisten en rectángulos de diversos colores que se suceden paralelamente de arriba a abajo, con bordes irregulares en las zonas de separación tonal.
La paleta de colores de Rothko fue oscureciéndose con el paso de los años, destacando los colores marrones, violetas, granates y sobre todo negros, se dice que el cambio podría haber coincidido con la depresión que padecía y que posteriormente lo llevaría al suicidio.