A través de su obra, ya sean instalaciones, videos o fotos, la artista mexicana Daniela Edburg analiza ciertos aspectos que definen la naturaleza humana, particularmente el mundo artificial que habitamos.
Sus más recientes obras, es decir, sus ficciones fotográficas son resultado de la colaboración con amigos y conocidos. En los últimos años, la práctica de esta artista se ha extendido a la integración de elementos textiles.
Un ejemplo de esto es cómo en la exposición MALAISE conectó lo que sucedía en un cuerpo enfermo y los últimos respiros del Mer de Glace, paisaje glacial francés alpino que agoniza.
Neurótico, obsesivo y lleno de incertidumbres es como podría calificarse el proceso creativo de esta artista de 46 años.

Daniela siempre busca trabajar en un lugar entre la certeza y la incertidumbre, entre lo real y lo imaginario, donde los conceptos giran y se contradicen y donde los opuestos se encuentran para completar su ciclo.
Estudió Artes Visuales en la Academia de San Carlos de la Ciudad de México y luego realizó varias residencias artísticas en Islandia, España, Francia, las Montañas Rocosas de Canadá y los Estados Unidos.
Desde 2017 es miembro del Sistema Nacional de Creadores con el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes de México y su trabajo ha sido adquirido para colecciones públicas como la Colección del Museo de Arte de las Américas en Washington DC, el Museo de Arte Latinoamericano de California, el Museo de Bellas Artes de Boston y el Astrup Fearnley Museet en Oslo, Noruega.
